Cuando quedan dos semanas para que se cumpla el plazo dado por el juez encargado del concurso de acreedores de Pescanova, que vence entre el 1 al 3 de marzo, el administrador concursal Deloitte, responsable de la empresa, negocia con la banca acreedora una solución que permita la salida de esa situación legal y que evite así la liquidación del grupo pesquero.
Pero en la negociación hay otros protagonistas: desde el grupo Damm y los fondos Luxempart y KKR, socios de la cervecera que controla la familia Carceller, a los fondos Bluecrest y Centerbrigde que presentan una oferta alternativa con el objetivo de hacerse con el control de la multinacional gallega en el proceso que seguirá al levantamiento de la suspensión de pagos, si éste se produce. En este contexto ha aflorado que el exministro de Defensa, Eduardo Serra, representa a los citados fondos considerados «buitre».
Si bien la solución que está sobre la mesa con más posibilidades de materializarse es la toma de control de Pescanova por la banca, esta solución al estilo Metrovacesa va a requerir algunos sacrificios adicionales por parte de la empresa. Y uno de ellos es la venta de filiales en el exterior, focalizando la compañía en su actividad en España, pero sin renunciar a una fuerte estrategia comercial.
La cuestión central no es si la empresa vende sus activos en países como Guatemala, si no que ésta reside en la política que se va a seguir en Chile. Pesca Chile, Acuinova y Nova Austral han sido consideradas en este proceso como una parte básica del grupo, del que casi depende su competitividad y viabilidad. Pero ahora todas está en el guión de las conversaciones.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.