Galán pone en duda que el nuevo sistema de tarifas pueda entrar en vigor en abril

19/02/2014

Tania Juanes. Iberdrola reducirá su plantilla en 1.000 personas a través de bajas vegetativas para quedar en 27.000 empleados en el mundo. La empresa podrá reducir beneficios un 10% en 2014, pero ganar de media un 4% hasta 2016

Un año complejo, marcado por la constantes modificaciones de la regulación y el aumento de los impuestos, que ya supone el gasto más elevado de la compañía en España. Esta es una de las claves del pasado ejercicio, en opinión del presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, que destacó que la estrategia seguida en el últimos años basada en la diversificación geográfica permite que la compañía pueda mantener su crecimiento y ser un valor atractivo para los inversores, que se elevan a más de 650.000 accionistas.

A estos se les garantiza un 0,27 euros por acción como mínimo en el próximo trienio, además de que ya en la próxima junta de accionistas se aprobará una reducción del capital del 2,09% para evitar que los accionistas que optan por el scrip dividend se vean afectados por la dilución.

Pero el discurso de Galán se centró en la situación del mercado español, en el que reiteró que el precio de la energía podría bajar sustantivamente si se eliminasen de la tarifa una serie de factores que la gravan. Y si España ya sólo aporta el 30% del negocio del grupo, este porcentaje podría bajar si se tiene en cuenta que las inversiones futuras se centrarán en el área internacional. Cuando Galán llegó a la eléctrica, en 2001, el mercado español representaba más del 90% de los ingresos del grupo.

Un tema que, al parecer no preocupa a los responsables de la política energética, en la medida que desde Industria se ha enfatizado que sobran infraestructuras energéticas. Iberdrola además desarrolla un plan de análisis de la situación de cada una de sus centrales eléctricas para decidir si se mantendrán operativas o si serán cerradas o hibernadas. «No es sostenible tener centrales en pérdidas durante años», añadió.  Y, asimismo, recordó que algunas de estas plantas no han funcionado durante 2013. Sin embargo, también se quejó que la Administración tarda más de un año en dar los permisos de cierre.

Pero no es sólo por la debilidad del consumo o el exceso de activos, la falta de seguridad normativa es otra de las causas por las que Iberdrola invertirá en España unos 1.500 millones en los próximos años, y en mantenimiento para mejorar la calidad del servicio a sus clientes. Galán además argumentó que si el Gobierno no quiere más inversiones, para qué van a invertir.

Respecto a uno de los temas estrella de la política eléctrica, anunciado en las últimas semanas, la reforma del sistema tarifario y la anulación de la subastas, Galán se mostró partidario de todo cambio que porte más transparencia. Dicho esto indicó que el sistema de medición en tiempo real puede ser un mecanismo positivo, pero que hacen falta contadores inteligentes que no están implantados de forma masiva en España, y para que el grado de fiabilidad se excelente son necesarios ordenadores que procesen los datos, que todavía tienen que ser encargados, además de programas informáticos que pueden necesitar entre 4 a 5 meses para desarrollar.

Durante la reunión que la compañía mantuvo con los analistas anticiparon una seire de medidas legales contra la normativa del Ministerio de Industria.

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