El Banco Financiero y de Ahorros (BFA), participado al 100% por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y que controla al 68,4% de Bankia, ha fichado a Rothschild para que le asesore en la desinversión del Estado. El Frob ya ha encargado una misión similar a Goldman Sachs, que cobrará un simbólico euro por realizar un análisis de la estrategia para conseguir el mayor retorno posible para el dinero público invertido en la entidad financiera.

Rothschild, que ya ha participado en algunas de las desinversiones realizadas por la entidad nacionalizada para cumplir con las exigencias de Bruselas, centrará su trabajo en sondear el interés de los inversores por participar en una colocación de paquetes de acciones de Bankia en la Bolsa. Y también, en elegir el momento que considere más oportuno para realizar esa operación.

Como ya sucedió con la contratación de Goldman Sachs por el Frob, el hecho de que la casa matriz de Bankia se haya hecho con los servicios de Rothschild dispara las especulaciones sobre la venta, mediante una colocación acelerada entre inversores institucionales, de entre un 5% y un 10% del capital de la entidad nacionalizada.