Las compañías de seguros ya han asumido que no pueden tener en cuenta el sexo a la hora de calcular la prima, el precio de una póliza. La decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, y su obligada implantación en las legislaciones nacionales, han cerrado definitivamente el debate sobre si hombres y mujeres deben pagar o no lo mismo por un seguro cuando los riesgos y el grado de utilización de la póliza no son iguales.

“Lo importante no era la diferencia de prima entre hombre y mujer en el seguro de Salud. Lo verdaderamente preocupante es que se fije la prima en función, única y exclusivamente, del estado de salud del asegurado en ese momento. Eso sí es discriminatorio”, señala Josep Santacreu, consejero delegado de DKV, tras la presentación del “I Estudio de Hábitos de Vida Saludable y Bienestar en la Mujer”, realizado por el Instituto DKV de la Vida Saludable, en el que participa también la Universidad Rey Juan Carlos.

Santacreu ve con preocupación el movimiento que quiere extender a la edad el principio de no discriminación por el sexo que se ha impuesto en el seguro. “Esta cuestión de no tener en cuenta la edad en el cálculo del coste de un seguro es muy peligrosa”, señala el consejero delegado de DKV en España.

“Si esto llegara a realizarse, sería un destrozo. Porque la gente más mayor está dispuesta a renunciar a gastos para proteger su salud con un seguro, pero los jóvenes no, porque lo ven muy lejano”, argumenta Santacreu. Además, el consejero delegado de DKV cree que una prima igual para todos los asegurados, con independencia de su edad, “haría imposible que los jóvenes puedan contratar seguros”.

 

La mujer, motor de la salud familiar

El estudio realizado por el Instituto DKV de la Vida Saludable, y presentado también por la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan Carlos, Carmen Gallardo, muestra que el 74% de las mujeres españolas espera mejorar su estado de bienestar en los próximos cinco años.

El bajo nivel de bienestar se explica por el malestar emocional (56%). Cerca del 80% ha vivido una experiencia o emoción negativa en la última semana, aunque este porcentaje tiende a disminuir con la edad, y a aumentar en las mujeres con sobrepeso y obesidad.

Sólo el 29% de las mujeres afirma mantener hábitos saludables, porcentaje que aumenta con la edad. El aspecto más cuidado es la higiene, y los menos, el peso y la gestión del estrés.

El 72% de las mujeres no fuma, y de ellas el 82% son menores de 25 años. Son las mujeres de entre 45 años y 54 las que fuman más. El 69% de las mujeres reconoce haber comenzado una actividad física que no ha continuado. Cuanto más jóvenes, es menor ese grado de continuidad. Además, las horas de descanso disminuyen con la edad, y las mujeres con obesidad tienden a dormir menos de cinco horas.

Carmen Gallardo señala que “se modifican más hábitos con la actividad física que con la alimentación”, y destaca la vinculación entre bienestar y menor obesidad.

Josep Santacreu aconseja hablar del bienestar “desde el lado positivo, no desde el miedo a la enfermedad”, y resalta que éste se encuentra muy ligado al ocio activo y al voluntariado social. “Es un reto de todos dar ese empujón para que las personas comiencen a cuidarse, que antes de ir al médico, uno se corresponsabilice de su salud”.

El seguro de Salud cuenta con productos que ligan el precio a los hábitos saludables de los clientes. Aunque el consejero delegado de DKV cree que “hay que llevar este asunto a la educación”, también considera que “los hábitos saludables, especialmente los alimenticios, comienzan en la familia”. Y “el motor de la salud de una familia es la mujer”, concluye.