La Sociedad gestora de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) apenas tiene un año de existencia y ya ha sufrido varias reorganizaciones. La última ha venido precedida por la renuncia del director general que ha contribuido a la creación del ‘banco malo’, Walter de Luna, fichado por la presidenta, Belén Romana, de ING Real Estate,  Y sobre todo de las exigencias formuladas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último informe sobre la situación del sistema financiero español, en el que reclama a la Sareb que desarrolle nuevas estrategias de liquidación de activos orientadas a apoyar su flujo de caja y su rentabilidad, al tiempo que recomienda que éstas se puedan ajustar ágilmente a las “cambiantes condiciones” de la economía.

La respuesta no se ha hecho esperar. El ministro de Economía, Luis de Guindos, que es quien colocó a Belén Romana al frente de la Sareb, ha movido ficha. El resultado es que el ‘banco malo’ “ha rediseñado su estructura para potenciar una gestión más eficiente de su cartera y adaptarse a los cambios que está registrando el mercado”.

Este movimiento se traduce en la incorporación de Jaime Echegoyen como consejero delegado de la Sareb. Ex consejero delegado de Bankinter y de Barclays España, responde perfectamente al perfil financiero que reclaman los accionistas privados del ‘banco malo’. Y el puesto de consejero delegado, superior al de director general que tenía Walter de Luna, resta poder ejecutivo a la presidenta de la Sareb, que era precisamente otra de las exigencias del sector privado.

Belén Romana cede poder ejecutivo a Jaime Echegoyen, y resalta que éste contribuirá con “su experiencia y su amplia visión del sector financiero a que la sociedad afronte con éxito los retos del futuro”. El primer consejero delegado del ‘banco malo’ responde que se suma “a un proyecto único y clave para la economía española”, y que Belén Romana “ha aglutinado a un grupo de profesionales que ha levantado una compañía de la nada y que se ha convertido en una referencia en el mercado».

Pero la incorporación de Echegoyen muestra que, tras un año de existencia, la Sareb no termina de arrancar. “Tras un primer año clave, centrado en el conocimiento de su cartera y la apertura de los canales comerciales, Sareb ha redefinido sus líneas estratégicas para hacerlas más acordes a la situación actual”, insisten en el ‘banco malo’.

En 2013 la Sareb ha obtenido unos ingresos superiores a los 3.800 millones de euros, y ha amortizado 2.000 millones de deuda. Unas cifras por debajo de las previsiones, y también de las expectativas generadas por el ‘banco malo’.

 

Nueva estructura

Ahora, el tándem Romana-Echegoyen ha fijado las prioridades: “una gestión comercial de sus activos más integrada, crear valor en la cartera de activos traspasados, y realizar una gestión más activa del riesgo de crédito”.

Para ello, se crea una Dirección Comercial, que se encarga de las ventas, ya sea de activos financieros o de inmobiliarios. Juan Barba, hasta ahora director de Activos Inmobiliarios, se hace cargo de la nueva dirección.

Enrique Saiz, director de Recuperaciones de Banesto, se incorpora a la Sareb como responsable de la nueva Dirección de Reestructuraciones y Recuperaciones.

La necesidad de garantizar la generación de valor dentro del balance de la compañía ha determinado la creación de dos nuevas áreas:

1.-Patrimonio, de la que se encarga Olga Guitán, hasta ahora directora de Control Interno y Cumplimiento.

y 2.-Estrategia, dirigida por Iker Beraza, hasta ahora director de Análisis Macro y Relaciones Corporativas.

También se ha creado la Dirección de Recursos Corporativos, que integra las anteriores direcciones de Medios y de Operaciones. Su responsable será Alfredo Guitart.

Al margen de este proceso, el Banco Popular, uno de los accionistas privados de la Sareb, ha sustituido a su consejero en la entidad: Francisco Sancha, director general financiero, cede el sillón a Rafael de Mena, nuevo director de Participadas de la entidad.