La burrata, originaria del sur de Italia, es una de las delicias gastronómicas más difíciles de encontrar en España, debido a su corta vida.

Es un queso fresco de leche de búfala o vaca, que se elabora formando un pequeño saco con una lámina de queso fresco de aproximadamente 1 cm de grosor y se rellena con una suave crema de suero, que contiene leche fresca y cuajo de ternera. El queso debe mantenerse frío y bañado en suero hasta su consumo porque sino enseguida se seca.

La burrata debe presentar una superficie lisa, de color blanco y con un sabor algo dulce y cremoso. Se puede tomar combinada, por ejemplo, con setas laminadas,  tomate seco en aceite de oliva, rúcula o canónigos. También, puede formar parte de un plato de pasta, en tortilla, etc, pero yo recomiendo tomarla sola, al menos la primera vez, para disfrutarla en todo su esplendor. Abrirla y añadir un poco de pimienta, sal en escamas, aceite de oliva y unas briznas de orégano fresco es suficiente para apreciar el manjar.

En Pastelería Mallorca se puede encontrar desde hace unos meses y tiene ya muchos adeptos. También podrá tomarla ya preparada en nuestras zonas de degustación. Pregunte por “la tabla de burrata” y por cierto, su nombre se debe a su textura. En italiano “mantequilla” es “burro”.