Sesión de euforia desatada en la que los índices americanos recuperaron con holgura todo lo perdido en la víspera, como si quisieran lanzar un mensaje al mercado de que las cosas vuelven a su sitio sin más preámbulos. Y lo que dejaron en las vísperas de que Putin pusiera sus ojos (y sus tropas) en Ucrania y Crimea era un nuevo máximo histórico en el S&P 500 que hoy ha quedado literalmente pulverizado. Lo mismo ha ocurrido con el Nasdaq Composite.

La buena noticia es que este máximo viene acompañado por otro simultáneo en el Russell 2000, lo que habla de que también los pequeños valores de Wall Street se están moviendo en la misma dirección. La mala es que en el S&P 500 persiste una característica que preocupa a muchos analistas: son pocos los valores que ‘acompañan’ al índice a máximos.

Como puede apreciarse en el gráfico, menos de la mitad de los valores del S&P 500 se encuentran a menos de un 3% de sus máximos (línea azul) y menos de la cuarta parte están en máximos (línea roja), lo que hace que sean unos pocos valores destacados los que estén tirando del mercado.

este fenómeno es aún más evidente en el caso del Dow Jones, que se encuentra aún alejado de sus máximos como consecuencia de que los más rezagados en esta subida son precisamente los grandes valores, lastrados por malos resultados y peores previsiones de futuro, en tanto que los valores de «segunda fila» destacan por su fortaleza.

En estas condiciones se plantea un pulso interesante. ¿Podrá más el lastre de los grandes valores que la fortaleza de los demás? Nadie tiene una idea demasiado clara y la prueba es que en cuanto el entorno se sale de la normalidad absoluta, el mercado lo acusa de una forma realmente aguda, que es la prueba de que está hipernervioso y con las cotizaciones cogidas por alfileres.

Ya saben, las cosas no han cambiado, así que mucho cuidado. No se crean eso que van contando por ahí de que el bajonazo de ayer fue en realidad una oportunidad de compra. Lo sería para Putin si sabía lo que iba a hacer al día siguiente y eso constitutiría un delito de información privilegiada. El resto del mundo hizo bien en no comprar.

Al cierre, el Dow Jones avanzó un 1,41%, el S%P 500 un 1,53% y el Nasdaq Composite un 1,75%