El cacao, principal ingrediente del chocolate, es un alimento energético con excelentes propiedades. Además se trata de un elemento imprescindible en la cocina, tanto para preparar postres y dulces deliciosos como para elaborar originales recetas saladas.

Originario de América, el cacao es un alimento energético ya que contiene grandes cantidades de hidratos de carbono. Por este motivo no es recomendable consumirlo en forma de chocolate cuando al cacao se le añade azúcar refinado, leche, etc. ya que esto aumenta sus calorías. Es mucho mejor consumirlo sólo o a lo sumo con un poco de azúcar de caña, melaza, fructosa o miel.

Esta capacidad energética del cacao, lo hace ideal en los cambios de estación, así como para celebraciones en las que necesitamos aumentar la vitalidad de los comensales. También es muy adecuado para los desayunos de los críos, sobre todo cuando están en época de exámenes, añadiendo una cucharadita a la bebida que tomen en el desayuno.

Las propiedades antioxidantes del cacao, contiene flavonoides, así como los fenoles, sustancia especialmente beneficiosa para proteger la salud cardiovascular. De forma que resulta beneficioso para evitar el envejecimiento celular que provocan los radicales libres.  Además, el cacao también es rico en minerales como el calcio, hierro, fósforo y magnesio.

Con este alimento se pueden preparar galletas, bizcochos, postres, guisos con carne, salsas o platos de caza, por ejemplo, es exquisito con carne de venado. El cacao admite recetas dulces y saladas, indistintamente ya que, sólo sin aditivos, es de sabor tirando a amargo.

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