Cada vez más el patrimonio cultural de un país necesita la ayuda de la empresa privada. El estado no tiene capacidad para sostener ese ingente patrimonio y tampoco, las propias instituciones tienen capacidad de ser rentables por sí mismas. A un empresario italiano, Diego della Valle que ejerce de italiano, se ha propuesto unir el patrimonio cultural de su país a su inmensa fortuna generada por sus icónicas firmas italianas y devolver a Italia lo mucho que recibe y el Coliseo de Roma es su primera obra restauradora. Siguiendo ese ejemplo de mecenazgo y devolución, el museo Peggy Guggenheim en el palacio Leoni de Venezia recibe el apoyo de la fragancia Acqua di Parma que se convierte en socio de la Colección Peggy Guggenheim de Venecia.

La histórica marca italiana ahora forma parte de Intrapresæ, un grupo de empresas que se dedica a apoyar una colección de arte única en el mundo. La Colección Peggy Guggenheim representa el más importante museo de arte moderno en Italia, además de ser una de las más prestigiosas instituciones culturales contemporáneas.

Parece ser que Acqua di Parma comulga con el lema de Intrapresæ; «El Arte inspira a la Empresa, la Empresa hace vivir al Arte«. Un punto de vista que, en un intercambio continuo y estimulante entre empresa y cultura, conlleva la participación activa en la vida de la Colección Guggenheim, gracias a la colaboración en exposiciones e iniciativas.

El museo Guggenheim, es un patrimonio inestimable para las artes figurativas, situado en una joya arquitectónica del siglo XVIII como es el Palazzo Venier dei Leoni, que asoma al Canal Grande, en pleno centro de Venecia y que es toda ella un arte único en el mundo.  Dentro de su palazzo la mecenas americana consiguió condensar una muestra de arte del siglo XX fabulosa, era su residencia en Venezia y donde acogió a sus púpilos e incluso, a sus numerosos perros, el jardín del palacio Leoni cuenta con un cementerio donde enterraba a sus pequeños malteses, yorshires y pomeranias.

El museo veneziano ofrece la posibilidad de admirar las obras de la Colección Guggenheim -que varían desde el cubismo, hasta el arte abstracto, pasando por el surrealismo y el expresionismo abstracto- así como las obras maestras de la Colección Gianni Mattioli y de la Colección Hannelore B. y Rudolph B. Schulhof, además del Jardín de las esculturas Nasher. El museo también organiza intensamente prestigiosas exposiciones temporales.

“Nuestra marca siempre ha sido mecenas de arte y cultura. Nuestras raíces ahondan en un patrimonio de belleza incalculable, como lo es el de los paisajes, las ciudades y el arte italiano», comenta Gabriella Scarpa, Presidenta de Acqua di Parma”.