El conjunto de Mourinho, que contaba con un gol de renta por su victoria en el Sánchez Pizjuán de la semana pasada, controló el envite en todo momento y no pasó excesivos apuros para sellar su billete a la gran final. Aunque dispuso de muchas ocasiones durante los 90 minutos, fueron Ozil y Adebayor los que pusieron la rúbrica en los últimos instantes.

A pesar de los últimos traspiés, lo que sí hay que reconocerle al técnico luso es la importancia que le ha dado desde el principio al torneo. Ni en eliminatorias sencillas contra Murcia o Levante, ha presentado un equipo plagado de suplentes. Al revés, quizás ha exprimido demasiado a los jugadores con los que cuenta, caso de Cristiano Ronaldo, que no atraviesa su mejor momento.

Sin embargo, y a pesar de haber casi hipotecado sus opciones en el campeonato liguero, el conjunto blanco está en la final del torneo más antiguo del fútbol español, algo que no ocurría desde hace siete años, cuando comenzó el principio del fin de la era ‘galáctica’ en Barcelona ante el Zaragoza.

A falta de juego, el Real Madrid cuenta con cuatro atacantes de vértigo, cuatro futbolistas de una calidad enorme que cuando se asocian son capaces de cualquier cosa. Y así ocurrió a la media hora de encuentro. Ozil se apoyó en Benzema, que rápido encontró al extremo argentino para que sirviera a Cristiano, pero el ‘7’ se topó con Varas y desaprovechó la más clara del primer acto.

Tras la reanudación y con el coso blanco vibrando consciente de la situación, comenzaron a sucederse las ocasiones en la meta del joven portero andaluz, que sustituía a un sancionado Palop. Di María se encontró con él en el minuto 67 y poco después, Benzema remató alto de cabeza casi en la línea de gol.

Las oportunidades no se detuvieron y tuvieron que ser Ozil y Adebayor -que se estrenó en el descuento– los que pusieran el lazo a la eliminatoria. Así, el Real Madrid, que no gana la Copa del Rey desde el año 1993, se clasificó para la final, donde ya le esperaba el equipo de Guardiola.

El Barça ya está en su primera final del año

Los de Pep Guardiola, que salieron con muchas novedades en el once inicial, fueron desde el inicio a por el partido y no se arrugaron ante un Almería que intentaba conseguir un gol que les permitiera soñar con –al menos– una victoria.

Tanto Dani Alves como Adriano aprovechaban los espacios que dejaba el conjunto local para subir por sus respectivos laterales e intentar centrar al área para que la delantera culé, inédita esta temporada, rematara algún balón a la red de la portería defendida por Esteban.

Por su parte, el Almería, lo intentaba a la contra, pero la buena colocación culé y el desacierto de los andaluces, dejaba al conjunto de Oltra con escasas opciones de acercarse con peligro a la portería defendida por Pinto.

Tras una buena jugada colectiva por parte del Almería, el conjunto local dispuso de la mejor ocasión de la primera parte a los 27 minutos de juego, gracias a un disparo del flamante Feghouli, que se estrelló en el palo.

La respuesta no se hizo esperar, y dos minutos más tarde Afellay, único fichaje de invierno del FC Barcelona, culminó un buen pase de Nolito que paró Esteban con dificultad.

A pesar del asedio local en el último tramo de la primera mitad, fue el Barça quien aprovechó su oportunidad para adelantarse en el marcador y a falta de diez minutos para llegar al descanso, Adriano, tras una gran jugada personal en la que se deshizo de dos rivales, batió de tiro cruzado a Esteban, que nada pudo hacer para evitar el primer gol.

Ya en la segunda mitad, el técnico culé cambió al amonestado Sergio Busquets por Gerard Piqué, en el centro de la defensa lo que daba indicios de que el técnico de Santpedor ya pensaba en la final. El centrocampista se encontraba a una tarjeta de perderse la gran cita.

En una de las acometidas del equipo culé, Thiago Alcántara remachó a la red el segundo gol para su equipo tras rematar un gran centro desde la derecha de Dani Alves, que aprovechó, de nuevo, los espacios dejados por los andaluces.

El Almería, que quería pero no podía, bajó los brazos durante el resto de partido, lo que le permitió a Afellay marcar su primer gol como azulgrana estableciendo el 0-3 en el marcador.

Con todo a favor para el equipo azulgrana, Bojan estuvo a punto de cerrar el resultado en los instantes finales, pero esta vez sí, el acierto de Esteban, dejó al futbolista de la Masía con su cuenta a cero.

Jugarán su sexta final copera

El Real Madrid y el Barcelona son los dos equipos más laureados del fútbol español, sin embargo esta será tan sólo la sexta ocasión que se enfrenten en una final de Copa, competición que cuenta con más de un centenar de años de historia.

El Barcelona es el rey del certamen con 25 títulos, el último ganado hace dos temporadas tras derrotar al Athletic. Por su parte, el Real Madrid posee 17 trofeos coperos, aunque es el equipo que más finales ha disputado (con la de este año serán 37). La última Copa que fue a parar a sus vitrinas fue en la temporada 92/93 tras superar en la final al Zaragoza.

De los cinco enfrentamientos anteriores, cuatro se han resuelto con victoria azulgrana y dos con triunfo madridista. El último choque data de hace más de veinte años, de la temporada 89/90 en el que el Barcelona se impuso a su eterno rival 2-0, con goles de Guillermo Amor y Julio Salinas.

El partido tuvo lugar en el estadio del Valencia, que por entonces se llamaba Luis Casanova, campo que, por encontrarse a una distancia similar de ambas ciudades y por contar con bastante aforo, seguramente acoja la final de este año.

Además de la final del 90, la otra que disputaron Real Madrid y Barcelona desde que el torneo se conoce como Copa del Rey fue en la temporada 82/83. Se disputó en Zaragoza, en la Romareda, y también finalizó con victoria azulgrana por 2-1.

Durante el franquismo, ambos equipos se enfrentaron en dos finales. En la temporada 67/68 ganó el Barcelona 1-0 y seis años después fueron los madridistas los que se adjudicaron el torneo gracias a un contundente 4-0.

La otra final tuvo lugar en 1936 –con triunfo de los de Chamartín– aunque también existe un precedente previo (1910) cuando el conjunto blanco aún se denominaba Madrid C.F. La victoria, en esta ocasión, correspondió al cuadro culé por 3-2.