En caso de quiebra de un banco, los primeros en pagar la factura serán los accionistas. Luego, los titulares de deuda, primero la junior y luego la senior. En tercer lugar, los depósitos de más de 100.000 euros, excepto los que sean de particulares y de pymes, que son los últimos en abonar los platos rotos de la liquidación de una entidad financiera. Los depósitos inferiores a 100.000 euros están inmunes a cualquier situación de crisis de un banco.

Una vez que accionistas y acreedores de un banco se hagan cargo de las pérdidas, actuará el Fondo Único de Resolución, que será financiado por los propios bancos. Bajo el principio de evitar que el contribuyente tenga que asumir el coste de la quiebra de un banco, el Mecanismo Único de Resolución, que está previsto que sea ratificado por el Parlamento Europeo en abril, comenzará a funcionar en enero de 2015.

A partir de ese mes, los bancos españoles destinarán la mitad de las aportaciones que realiza al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) al nuevo Fondo Único de Resolución, que se creará en enero de 2016.

Las aportaciones al Fondo se irán p4rogresivamente mutualizando (40% el primer año, 20% el segundo, y 40% restante en seis años mediante cuotas iguales), de forma que en ocho años desaparezcan los compartimentos nacionales.

Doble aportación

En el Ministerio de Economía calculan que los bancos españoles aportarán entre el 10% y el 15% del Fondo Único. Pero este cálculo queda un poco en el aire porque no se conoce todavía cómo será el componente de riesgo de cada banco, no del país, que actuará como corrector del componente fijo, en función de los depósitos. La Comisión Europea tiene que aclarar esta cuestión.

Los bancos españoles tendrán, por tanto, que hacer una doble aportación:

1.-Un componente fijo en relación a los depósitos corregido por el peso de éstos sobre el total de pasivos. Esa aportación, que ahora es del 3 por 1.000 de los depósitos,  ha sido ya entregada por los bancos al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). A partir de enero de 2015, los bancos españoles deberán aportar una cuantía similar a la anterior, aunque deberá repartirse entre los dos fondos: FGD y el nuevo Fondo Único de Resolución.

2.-Un componente variable en función del riesgo que tiene cada banco, y que será desarrollado por la Comisión Europea en los próximos meses. Bruselas hará una armonización de los activos ponderados por riesgo.

“España antes tenía 5.000 millones en el Fondo de Garantía de Depósitos, y ahora tendrá 55.000 millones, un sistema con riesgo compartido con una capacidad de fuego mucho mayor», explican en el Ministerio de Economía.

En caso de que las aportaciones de los bancos europeos no sean suficientes para sufragar eventuales rescates, el Fondo Único de Resolución tendrá capacidad para emitir deuda con cargo a las contribuciones futuras de la banca. Está sin decidir si estas emisiones contarán con algún tipo de garantía pública.

¿Qué pasa si hay una crisis de un banco? Durante 2015, el Gobierno nacional pagará el 60% de la factura, y el Mecanismo Único de Resolución, el 40% restante. En 2016, es la revés: 40% y 60%. Hasta 2022, el porcentaje mutualizado crecerá un 10% anual, y el que aporten los países se reducirá en un 10%. A partir de ese año sólo habrá el Fondo Único, sin compartimentos nacionales, y con 55.000 millones.