El gasto estatal en formación ocupacional apenas llega a los autónomos. En 2013, menos de un 3% de los fondos consignados se destinaron a la formación de las personas que trabajan por cuenta propia. Quizás por ello apenas 6.840 de ellos realizaron algún curso de formación, en contraste con los 3,4 millones de asalariados. Los autónomos protestan porque la caída de fondos les afecta más. Incluso, ya en el ámbito autonómico, cinco comunidades no dedican ni un euro a cursos para autónomos.

“Las diferencias de acceso a la formación entre asalariados y autónomos continúan siendo notables, injustas y escandalosas”, afirman desde ATA. La federación de autónomos ha presentado este lunes un informe en el cual se desglosan los fondos por un lado en planes estatales y autonómicos. También repasa el gasto comunidad por comunidad. Y segrega el presupuesto según su destino a formación intersectorial, sectorial, autónomos, economía social y centros de formación.

En 2014, los fondos estatales caen un 1,8% hasta 1.815 millones, tal y como destaca el informe. Estos créditos destinados a la Formación Profesional para el Empleo se recogen en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). De ellos, la mayor parte se lo lleva la formación de los trabajadores con empleo, cerca de 900 millones. Dentro de esta partida, destacan las bonificaciones o ayudas al pago de cuotas de las empresas a la Seguridad Social, que acaparan 580 millones, incluyendo los permisos retribuidos para la formación. El siguiente gasto en importancia son los contratos-programa para la formación de trabajadores y acciones complementarias de apoyo a la formación, con 288 millones. Y los gastos de funcionamiento de la Fundación Tripartita, presupuestados con 31 millones en los PGE.

Desplome del gasto en formación

Los planes de formación reciben dinero de distintas procedencias. Una de ellas es la cuota que los asalariados pagan a la Seguridad Social. Los autónomos no están obligados a cotizar por formación. Pero sí reciben fondos del Estado, tanto de la Administración General del Estado, como de las comunidades autónomas.

Desde el Estado central, la financiación sufrió un “nuevo descenso”, según la federación. La bajada de 2013 se suma al desplome del 51,6% de un año atrás. Así, en 2013, los fondos estatales destinados a la formación sumaron poco más de 140 millones.

El Estado central dedicó un 2,85% de su presupuesto para formación a los cursos para autónomos. Eso, sumado al descenso de 2012, arroja una caída entre los dos ejercicios del 6,3%. Mientras tanto los asalariados se apuntaron una caída del 1,25%, según las cuentas de ATA. Así apenas un 0,2% del total de autónomos cursaron formación para el Empleo.

Hasta ahora, muy pocos autónomos reciben formación. Y cada día menos, según la Fundación Tripartita, cuyos datos registran una caída en el número de autónomos formados por este sistema, desde poco más de 16.400 trabajadores en 2010; hasta 6.400 en 2013.

“La formación sigue siendo una limosna más que un derecho para los autónomos”, afirma José Luis Perea, responsable de formación en ATA, la federación de autónomos. “Las partidas presupuestarias dirigidas a la formación van disminuyendo a favor de la formación bonificada, donde no tienen cabida los autónomos”, advierte Perea.

“En tan solo 4 años de convocatoria, como previsión y sin datos confirmados por la Fundación Tripartita, el número de trabajadores autónomos formados ha descendido en más del 60%”, lamentan desde ATA.

Cinco comunidades sin cursos

En cuanto a las regiones, el informe destaca que Andalucía, Castilla La Mancha, La Rioja, Cataluña y Baleares no han convocado ayudas para la formación de autónomos en 2013. En cambio, Extremadura duplicó la financiación del año 2012, hasta los 640.000 euros.

El perfil del trabajador autónomo participante en las acciones formativas desarrolladas. Otros datos indican que más del 50% de los trabajadores autónomos formados aportan estudios medios de ESO o Formación Profesional de grado medio o superior.

Los participantes con titulaciones superiores se concentran en los cursos relacionados con la educación e informática. Mientras la gestión empresarial o el comercio atraen a los participantes con un nivel académico de ESO o Graduado Escolar.

La formación específica más sectorial es considerada el área más importante por los autónomos. Según el informe, la gran mayoría de los alumnos se concentran en la categoría de directivo.