Los bancos acreedores de Pescanova han enviado otro mensaje, en esta ocasión al administrador concursal Deloitte, en el que detallan su plan de futuro para la empresa pesquera, en caso que el programa que presentaron los principales accionistas, encabezados por la cervecera Damm, no evite que el grupo entre en liquidación. Pero no es sólo una opción para competir con los citados accionistas, lo que subyace en este programa de salvación es la idea que la compañía que preside José Manuel Urgoiti corre un grave riesgo de segregación y, en definitiva, de desaparición.

Sin ser nuevo que la banca acreedora –Sabadell, Popular, NCG, Caixabank y BBVA– tiene su propia estrategia, que es rechazada por Damm, Luxempart y la presidencia de la compañía, estas entidades han suscrito un documento denominado Acuerdo de Intenciones para el Desarrollo de un Plan de Rescate de Negocio del Grupo Pescanova por el que se comprometen a aportar 115 millones de euros, de los que el banco catalán aportaría 226 millones, y así todas la entidades citadas en proporción a su riesgo en la empresa de alimentación.

Con todo, esta vía sólo se pondrá en marcha si la propuesta de convenio de acreedores, presentada por Damm, que fue admitida a trámite por el juez encargado del concurso de acreedores de Pescanova, no es aceptada por acreedores que representen al menos el 51% de la deuda el 15 de abril, que es la fecha tope. En ese escenario, la salida es la liquidación, pero los acreedores estiman, no obstante, que todo no es ha perdido.

Ahí donde se ubica este plan, ahora más formalmente conocido, que cuenta con dificultades para ser materializado, ya que la banca acudiría a las subastas de activos para recomponer el grupo, para el que se busca además un socio industrial gallego. La banca proporcionaría además líneas de crédito en la segunda fase.

Y el presidente de  Sabadel, Josep Oliu, ha reconocido que llegar a un acuerdo entre tantas entidades con respecto a una cuestión «complicada» como es la situación de Pescanova, «no es nada fácil». «Ha habido propuestas, luego incumplimiento de propuestas, luego los bancos nos enfadamos y ahora estamos en la misma posición en que estábamos», ha apuntado. No obstante, precisó que confía en el acuerdo.