El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, defiende en el XXI Encuentro del Sector Financiero, “La banca ante el inicio de la recuperación”, organizado por Deloitte y el diario ABC con el patrocinio de Sociedad de Tasación, que la posición de partida del sistema financiero nacional ante la Unión Bancaria es “relativamente favorable”. No obstante, insta a las entidades a que no desaprovechen «oportunidad alguna» para reforzar su posición de recursos propios, ya sea mediante ganancias de eficiencia, retención de beneficios (defendiendo de paso las limitaciones al dividendo, sobre todo si es en efectivo) o mediante nuevas emisiones en los mercados aprovechando las mejores condiciones de financiación.

Porque las exigencias de capital van a ir cada vez a más, porque también en la Unión Bancaria se aplicará el principio de que el regulador pueda imponer medidas más duras a algunas entidades en función de su perfil de riesgo.

La banca española estará “mejor capitalizada y será más segura”, pero también “será más pequeña y, probablemente, menos rentable”. Esa menor rentabilidad no será un obstáculo para captar inversores o financiación, porque también tendrá menos riesgos. La Unión Bancaria, aunque supone retos “logísticos y estratégicos considerables”, mejorará la competitividad del sector “a medio plazo”, ya que “se beneficiará no sólo de un mercado unificado sino del reforzamiento que este proyecto supone».

También a medio plazo «la necesaria armonización implicará algunos cambios regulatorios», y los requisitos contables tenderán a una convergencia hacia “normas de aplicación europea».»La utilización de las provisiones como herramienta de política supervisora perderá peso», en beneficio de «normas contables y generales que tienden a ponderar los objetivos de transparencia al inversor».

La banca española debe potenciar sus puntos fuertes, entre los que Restoy destaca la diversificación y su gran capacidad de distribución de productos, aunque ésta se ha visto afectada por malas prácticas, en referencia implícita a las preferentes.

Exámenes

El proceso hacia la Unión Bancaria tiene dos hitos fundamentales. Uno, la revisión de los activos, que ya ha comenzado y en la que están trabajando más de un millar de profesionales. Esta revisión afectará en España a activos por valor de 663.000 millones de euros y exigirá el análisis de más de 21.000 expedientes de préstamos.

El segundo hito es la prueba de resistencia, cuya metodología se conocerá a finales de abril. El subgobernador del Banco de España exige cuidar la coherencia metodológica de esta prueba: el ejercicio tiene que ser «riguroso y eficiente», «robusto» desde el punto de vista de la compatibilidad con la normativa contable; los escenarios económicos tienen que ser rigurosos pero también «plausibles», y «equilibrado».

Los resultados globales de los dos exámenes se conocerán a finales de octubre, Será un buen momento para “averiguar debilidades y fortalezas” de las entidades. Y sobre todo para conocer la capacidad de absorción de pérdidas por parte de la banca española.