En estos tiempos, vamos a decir de incertidumbre, gente que se lanza a montar su propio negocio, obligada por la crisis económica (pérdida de trabajo principalmente) hay muchísima. Luego además están los que, sin que haya sido un despido de por medio, también aprovechan el momento para ser sus propios jefes: bien porque están aburridos de su puesto de trabajo o porque descubren que hay otra cosa que les motiva mucho más que su trabajo.

De esta última hornada es Leticia Campos, que recién estrenado este año se decidió a profesionalizar su pasión: las galletas creativas. Y así creó Cookies Time una empresa en la que se elaboran galletas creativas (bien bonitas), cookies, se imparten cursos de repostería, etc.

“La idea es de hace años, cuando empecé a aficionarme a la repostería creativa. Al principio era hobby, aunque mi entorno pronto empezó a hacerme pedidos para sus fiestas, cumpleaños, regalos sorpresa”, comenta Campos.

Y como su trabajo en multinacionales de gran consumo (ha pasado por Arla Foods, Delaviuda, eBay…) no le dejaba mucho tiempo para dedicarse a poner las “manos en la masa” decidió hacer un alto en su carrera para lanzar su proyecto empresarial: “No me dio vértigo lanzarme a este sector, porque aunque haya mucha competencia creo que hay aún mucho pastel por repartir. Y porque creo que mi experiencia en el marketing y los negocios puede ayudarme a destacar por encima de los otros”, añade.

Fundó la empresa con fondos propios, “Porque aunque soy mujer, joven y madre, no  hay ayudas”. Ya lleva invertidos 30.000 euros y, según ella misma reconoce, muchísimo tiempo.

En la empresa trabajan 3 personas, y tan solo en tres meses de vida, han servido a unos cien clientes aproximadamente: particulares y empresas. “El particular nos compra puntualmente, para alguna ocasión, las empresas y agencias de comunicación nos hacen pedidos todos los meses”, cuenta.

De momento vende online a toda la Península. Sus modelos son de lo más variados, espectaculares… ¡y ricos, porque todo es artesanal! Y hasta que dan con la fórmula exacta de la galleta en cuestión, prueba y prueba y prueba. ¿Qué es lo que mejor se está vendiendo? “Las galletas para pintar (con rotuladores de tinta comestible) y los encargos personalizados”, dice. Por ejemplo, el gigante Google es uno de los clientes corporativos que ya ha acudido a ella para poder disponer de un dulce regalo.