España es el segundo país de Europa que ofrece las mejores oportunidades para invertir en el sector inmobiliario. Es lo que opinan el 45% de los gestores de fondos, según el KPMG Real Estate Invest Survey. Este porcentaje sólo es superado por Alemania, considerado el destino más interesante para invertir en activos inmobiliarios por el 71% de las gestoras de fondos. Y está por encima del 42% del Reino Unido, y a mucha distancia del 29% de Francia.

El estudio de KPMG resalta que el sector inmobiliario es especialmente interesante para la diversificación, “en un momento en el que los inversores buscan reducir su exposición a carteras tradicionales”. El 81% de los gestores de fondos muestra interés en incrementar su exposición a activos inmobiliarios.

Los inversores se muestran ahora más dispuestos a aprovechar al máximo los activos infravalorados, y los descuentos en sus precios. El 42%, diez puntos más que en 2013, se centra en estrategias oportunistas (como hacen los fondos ‘buitre’). Y el 35% se decanta, en cambio, por estrategias conservadoras. El 81% invertirá primero en oficinas.

Llama la atención cómo crecen los gestores de fondos que prefieren las participaciones directas en el sector inmobiliario: 81%, frente al 41% del estudio anterior. La preferencia de los inversores por ‘joint ventures’ ha aumentado hasta el 55%.

Impulso de las normas

Las Directivas de Gestores de Fondos de Inversión Alternativos, Basilea III y Solvencia II contribuirán a la consolidación del mercado inmobiliario europeo. “La estabilización de las condiciones de deuda, impulsada por los fondos soberanos y de Pensiones que operan a escala global, conducirá a un incremento de la inversión inmobiliaria en los últimos años”, pronostica el estudio de KPMG.

Javier López Torres, socio responsable de Real Estate de KPMG en España, cree que “la mayor estabilidad económica, la mejora en el acceso a la financiación, y el desarrollo del mercado de capitales han creado las condiciones óptimas para que los inversores recuperen la confianza en el sector inmobiliario y tomen decisiones para asegurar rentabilidades”.

Borja Goday, director de Corporate Finance para Real Estate de KPMG en España, resalta que “es un momento óptimo para que los inversores diversifiquen el portfolio con activos inmobiliarios y reduzcan su exposición a las carteras tradicionales que sólo comprenden bonos y acciones”.