Cuando el genial Groucho Marx gritaba en «Los hermanos Marx en el oeste» aquello de «madera, más madera ¡¡es la guerra!!» seguramente no imaginó que podría servir de base para un comentario bursátil, pero es que les prometo que no se me ocurre mejor forma de ilustrar lo que ocurre. Más de uno y más de dos lleva días esperando la corrección inminente y, lejos de producirse, el mercado acelera, dejando cara de tonto a quienes se bajaron del tren en las estaciones anteriores.

El problema es que al tren le puede pasar lo que al de Groucho. Primero se quedó sin carbón y terminó por quedarse sin madera. Y cuando se quede sin madera parará porque no podrá más, agotado. Ese es el mejor escenario, un tren parado, para cualquier emboscada en el oeste, ya sea de indios o de forajidos, pero en el caso del mercado, quienes atacarán con saña serán los tiburones, así que nunca se sabe quién ha obrado mejor, si quien se quedó en liquidez a la espera de acontecimientos o quien permanece dentro sonriendo a quienes se salieron. Cuidado con sonreir mucho porque si nos dan el revolcón esa sonrisa se puede convertir en una mueca realmente estúpida.

El caso es que esto no deja de subir y subir contra viento y marea. Cierto es que la liquidez inyectada casi a diario por la Fed contribuye decisivamente al buen ánimo, pero no deja de ser cierto que hay otros datos que alimentan el optimismo, es especial la oleada de fusiones y adquisiciones. Señores, cuando los grandes compran lo hacen por dos motivos. Uno, porque el objetivo les interesa. Dos, porque consideran que no lo conseguirán ya a mejor precio. Así que si nos atenemos a un hipotético «índice de movimientos corporativos» podemos dar por concluida la crisis. Raro es el día que no se anuncia una compra o una fusión.

Total, que si además lo de Egipto contribuye no empeorando, podemos tener más subidas, aunque en algún momento debería el mercado hacer un alto en el camino para coger aire fresco. Desde luego, hoy no hubo alto y el Dow encadenó su sexto máximo plurianual consecutivo con un alza del 0,58%, mientras que el Nasdaq subió un 0,53%. Un día más el mejor parado fue el S&P 500, con un avance del 0,62%. Los valores en alza duplicaron a los que bajaron, lo que no es mala señal.