El vicepresidente y consejero delegado de CaixaBank, Juan Maria Nin, ha confirmado este jueves la «tendencia» de reducción de la morosidad, según indican los resultados del primer trimestre de 2014 de la entidad financiera. No obstante, ha matizado que el retorno a los niveles anteriores a la crisis será un proceso de digestión lenta y posiblemente con altibajos en algunos meses. En cuanto a la internacionalización, que CaixaBank emprendió en 2007, «ha sido rentable y complementaria a la oferta de servicios en España», subraya Nin, ya que ha supuesto ampliar de un 6 a un 20% la presencia exterior de la entidad. En materia de internacionalización, Nin ha anunciado que «en un par o tres de años» se podrán ver alianzas entre bancos europeos, una vez se haya culminado la unión bancaria y se clarifique el marco regulatorio financiero de la UE.

En rueda de prensa de presentación de resultados del primer trimestre de 2014, celebrada previamente a la junta anual de accionistas, Nin ha avanzado que esas alianzas europeas , a falta de que se defina más el nuevo entorno normativo comunitario, se producirá más en materia de negocios o productos que integraciones propiamente dichas.

En cuanto a la morosidad, Nin ha asegurado que CaixaBank lleva reduciendo esa ratio durante cinco meses consecutivos desde que a finales de 2006 empezara a repuntar ese indicador. Por tanto, casi ocho años después de arrancar la crisis, disminuye la morosidad que es del 11,36% en CaixaBank y superior en el caso de la media del sector.

En el caso de que continúen las actuales reglas reguladoras, el actual punto de inflexión en materia de morosidad que “marca tendencia”, se prolongará durante el ejercicio de 2014. Un cambio de tendencia que para Nin se corresponde con la recuperación de la economía española. Sin embargo, el retorno a una media de coste de riesgo de provisiones del 0,5 o 0,6 anteriores a la crisis será cuestión de tiempo, después de alcanzar niveles de esfuerzo en materia de provisiones con unos costes de riesgos cercanos al 2. En materia de dotación de provisiones, Nin sacó pecho y señaló que CaixaBank tiene en estos momentos un nivel del 61% cuando la media del sistema bancario español está diez puntos menos.

Reestructuración culminada

Con las operaciones de adquisición de Banco de Valencia, las cinco cajas que integraban Banca Cívica, más las anteriores fusiones de Caixa Girona y Bankpime, la entidad que preside Isidro Fainé ha ampliado orgánicamente su base de clientes en casi 3,5 millones de personas que eran atendidas en 2.000 oficinas bancarias. Una vez culminada la reestructuración, la entidad mantiene esos clientes pero ha desaparecido el mismo volumen de oficinas, lo que a juicio de Nin, “da idea de la magnitud de la reestructuración del sistema financiero español”. El vicepresidente de la entidad se felicitó de haber accedido ese volumen de negocio “cerrando las oficinas y que todo funcione mucho mejor”. En ese sentido, Nin ha constatado que CaixaBank irá a la vez abriendo y cerrando sucursales, según las necesidades de cada zona. En concreto, durante los tres primeros meses del año, la entidad ha reducido la red en 14 locales, hasta alcanzar las 5.716 oficinas, mientras su plantilla ha bajado en 266 personas, hasta los 31.682 empleados, manteniendo el número de sus clientes en 13,6 millones de personas.

Preguntado por la venta de CatalunyaCaixa prevista para verano, Nin ha señalado que, como en el 100% de las operaciones corporativas planteadas anteriormente, si CaixaBank es invitada lo analizará: «Cuando lo miremos tomaremos decisiones. En unas ocasiones hemos preferido no optar; en otras nuestra propuesta no ha resultado ganadora, y en otras lo hemos hecho», en alusión a adquirir otra entidad”. Como el proceso de venta de la entidad actualmente intervenida por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) no está aún en marcha y no se conocen sus detalles, Nin ha afirmado “estar trabajando sobre otros temas», aunque no ha cambiado la postura de CaixaBank de estudiar las operaciones que puedan surgir.

Ante la venta de carteras de créditos fallidos que ha realizado CatalunyaCaixa en su proceso de reestructuración previo a su venta, Nin ha explicado que CaixaBank prefiere «no acercarse» al negocio de recuperación de impagos y no es muy agresiva en este tema, de forma que no utiliza métodos que sí utilizan otras entidades.

Remuneración al accionista

La junta general de accionistas de CaixaBank, celebrada este jueves en Barcelona, ha aprobado la gestión y los resultados de 2013 después de que su presidente, Isidro Fainé, anunciara que la entidad mantendrá la política de remuneración, aunque el pago será de dieciocho céntimos por acción, dado que ha aumentado el número de acciones. No obstante, supondrán una rentabilidad del 4,1% al precio actual y serán los mismos dividendos que el año pasado, ya que la retribución al accionista supondrá el abono de mil millones de euros. Fainé ha destacado que la acción de CaixaBank se revalorizó un 43,6% en 2013, un 19% más que la media de los grandes bancos españoles y un 22,2% más que el Ibex35. El número de accionistas se ha doblado en seis años y a finales de 2013 sumaban 735.000.

La junta también aprobó el nombramiento de Amparo Moraleda y Antonio Sáinz de Vicuña como nuevos consejeros de CaixaBank y reeligió a David K.P. Li, Alain Minc y Juan Rosell como consejeros. La junta de accionistas comenzó con un recuerdo al anterior presidente de la entidad, Ricardo Fornesa, recientemente fallecido.