Ramón Monegal  pertenece a la cuarta generación de perfumistas de la Casa Myrurgia (antiguos proveedores oficiales de la Casa Real española), y su padre era amigo de Jean Paul Guerlain, quien les compraba infusiones para desarrollar los perfumes de Guerlain, entre los que destacan el perfume Samsara, creado en 1989.

Monegal comenzó su formación en 1972 vinculado al negocio familiar, pero también formándose con maestros perfumistas en el extranjero, estudió en Ginebra, Grasse y París, y creó su primera fragancia en 1979.

En el contexto de los talleres que organiza La Roca Village para sus clientes, tuvimos la oportunidad de asistir a un coloquio con el perfumista Monegal, con quien pudimos valorar el trabajo de creación de un perfume. Descubrimos que las tres fases de un perfume son la salida, el corazón y el fondo y que los ingredientes del mismo pueden ser de origen natural vegetal o animal, o bien de origen químico o sintético. Acostumbrados a utilizar perfumes a diario, no estamos lo suficientemente familiarizados con sus componentes, a pesar de que lo aplicamos en nuestra piel, por ello profundizar en el mundo del perfume resulta muy interesante.

Desde hace cinco años en su taller de la céntrica calle barcelonesa de Calvet, innova, diseña su propia producción de perfumes y vende al público. Aunque en el año 2000 se incorporó al Grupo Puig, lo abandonó para dedicarse a su propia marca en 2007, año en el que desapareció la marca vinculada a la Casa Myrurgia. Tras haber creado fragancias para Adolfo Domínguez, Don Algodón o Inès de la Fressange, entre otros, desde entonces se centró en su propia marca: Ramón Monegal.

Como resultado de su interés por la innovación y junto al chocolatero Enric Rovira, ha creado unos chocolates que saben a perfume, el olor dura unos instantes generando una sensación curiosa en el paladar, produciendo una experiencia única. Aunque han creado varios sabores por ahora solamente pondrán a la venta el que sabe al perfume Cherry Musk (almizcle de cerezo).

Monegal nos aventuró que la perfumería del futuro será principalmente sintética, porque las normativas que afectan a la química de los perfumes cada vez limitan más los tipos de componentes de los perfumes, sus dosis y sus mezclas. Aun así antes de despedirse y concluir el taller, en el que pudimos apreciar y oler las fases de creación de un perfume, desde que se obtiene la materia, hasta que se desarrollan los acordes y se crea la fragancia, el perfumista Monegal nos dejó un consejo. Fruto de su pasión por el mundo de los perfumes, nos aseguró que ante los cambios drásticos de la vida o épocas turbulentas, siempre hay que cambiar de perfume, la nueva etapa se verá con otros ojos y será más fácil superar toda contrariedad.