Con el apoyo al plan de la banca para Pescanova de los acreedores representantes de casi el 70% de la deuda, la multinacional pesquera abre una nueva etapa de la que saldrá una compañía todavía mulltinacional pero con un perímetro sustantivamente menor del que tenía hace algo más de un año cuando entró en concurso de acreedores. El plan de los bancos que toman el control de la empresa -Sabadell, Popular, NuevaCaixaGalicia y BBVA, entre otros- apuesta por negocios como la extracción en alta mar y los congelados en detrimento de otros, así como por la continuidad de filiales en el exterior siempre que se alcance un acuerdo satisfactorio con los acreedores.

Si bien las medidas empresariales e industriales son básicas de cara al futuro, los próximos pasos que van a dar las personas que tienen en la actualidad en sus manos la compañía son aún de carácter legal. Medios consultados señalan que el titular del juzgado de lo mercantil número uno de Pontevedra, que aceptó que el plan de la banca se sometiese a votación ha optado, dictará un auto para levantar la suspensión de pagos en un plazo que no excederá de los treinta dias.

A continuación se producirá la capitalización de la deuda de los bancos y una operación acordeón para formar el nuevo accionariado de la compañía, de la que la banca tendrá en el entorno del 90% de las acciones. Los actuales primeros accionistas -la cervecera catalana Damm y el fondo Luxempart- verán reducidas sus participaciones a menos del 1% y parece que no acudirán a la ampliación. Queda por conocerse qué harán otros minoritarios.

El nuevo consejo estará controlado, por tanto, por la banca, así como la dirección, de los que podría seguir formando parte Deloitte, el hasta ahora administrador concursal.

Entonces es cuando entrará la fase en la que las decisiones empresariales serán las protagonistas, aunque los bancos que han tomado las riendas de Pescanova tienen que negociar con otras entidades financieras extranjeras que son también acreedoras de la pesquera. Según los mismos medios uno de los temas más importantes que está sobre la mesa es Pesca Chile, que está en suspensión de pagos desde mayor de 2013, y por la que se habían interesado diversas empresas competidoras. La filial chilena ha sido considerada clave para el futuro del grupo, pero ahora prima la selección de objetivos, como son mantener la actividad y el empleo en España, las licencias de pesca en el exterior (Namibia y Mozambique son áreas prioritarias), así como mantener y ampliar la actividad de productos congelados, mientras que las «granjas» de langostinos y de otros mariscos y peces podrían tener los días contados.