Jordi Orozco, Enrique Tomás y Dani Freixes. Foto: Dani García Sarabia

El principal comprador de jamón ibérico en España, es Enrique Tomás (Badalona, 1966), quien asegura que la única competencia que tiene su negocio, es el mal jamón.

El empresario catalán abrió su primera tienda en 1982, y en los últimos treinta años su volumen de negocio no ha parado de crecer, se ha establecido en Madrid, Palma de Mallorca y Zaragoza, siendo Barcelona su origen y la provincia que cuenta con más tiendas Enrique Tomás. Sus tiendas están dedicadas principalmente al jamón ibérico, pero también a otros productos ibéricos, tiene barras y mesas de degustación que dan empleo a alrededor de 400 personas.  Tiene tiendas en el metro de Barcelona y los icónicos conos en los que se venden sus tacos de jamón, se pueden adquirir también en algunos cines.

Desde hace dos años vende a toda Europa desde su página web: www.enriquetomas.com y acaba de invertir cerca de cuatro millones de euros en un nuevo proyecto, un espacio divulgativo único dedicado a la historia de la producción del jamón ibérico, que ha llamado JAMÓN EXPERIENCE.

Un espacio con más de 2000 m2 ubicado en una de las arterías principales de Barcelona, en las transitadas Ramblas. Tomás ofrece una visita interactiva por un precio de 19 euros en la que el visitante puede realizar un recorrido por una proyección audiovisual que dura cerca de 25 minutos, la mayor parte del mismo sobre césped artificial con el objetivo de situar al espectador en las dehesas del suroeste español. La proyección explica con audio guías en ocho idiomas, qué es y cómo se consigue un jamón ibérico, desde el nacimiento del cerdo hasta el momento en el que se comercializa su jamón, un periodo que suele alcanzar los cinco años. El tour está acompañado de una cata de seis jamones que se pueden degustar junto a una consumición.

En la proyección se puede aprender a diferenciar  un jamón ibérico, de un jamón ibérico de bellota, una diferencia que reside en su peso, un jamón ibérico es de bellota cuando el peso del cerdo después de haber pasado un año pastando en la dehesa y ejercitando sus músculos gracias al trabajo del mayoral, supera los 150 kilos. Si el cerdo no alcanza el peso mencionado, volverá la granja y será considerado únicamente jamón ibérico. Las cuatro y únicas denominaciones de origen del jamón ibérico de bellota son las de Guijuelo, la dehesa de Extremadura, Valle de los Pedroches y Jabugo, Huelva.

El JAMÓN EXPERIENCE, además de ser un espacio dedicado a la historia de la producción del jamón ibérico, se completa con una planta dedicada a las catas, una tienda (ibéricos envasados, patas de jamón ibérico, merchandaising…) y un bar abiertos todos los días de la semana.

Antes de concluir esta experiencia gastronómica vinculada al jamón ibérico, Enrique Tomás desde la sabiduría que le da su dilatada experiencia liderando el Imperio dedicado al jamón ibérico, asegura a diarioabierto, que no hay grandes jamones, hay grandes piezas, por lo que aconseja que no nos cerremos ciegamente a una denominación de origen que ya hayamos catado, porque otra pieza en otra denominación podría volver a sorprendernos gratamente.

Crédito de las fotos: Enrique Tomás y Dani García Sarabia.