Entre que los mercados no tienen demasiado claro cuál es el rumbo que quieren tomar para el inmediato futuro y andan lidiando con rangos laterales desde hace tiempo y que las circunstancias tampoco acompañan, lo cierto es que los índices europeos viven con demasiada frecuencia últimamente sesiones de este tipo.

El caso es que ya pintaban las cosas raritas desde la madrugada porque desde China no llega nada bueno en los últimos tiempo y eso también añade tensión en algunos sectores que son claves para el devenir de los índices.

Pero es que para colmo, aunque tendamos a buscar fuera de nuestro ámbito las responsabilidades, lo cierto es que cada vez son más los que temen que el BCE va a hacer otra vez «la del pulpo» y que los supuestos estímulos que estaría estudiando van a quedar como otra muestra de palabrería por parte de Mario Draghi.

El caso es que en media Europa se teme a la deflación y en toda la Eurozona se critica abiertamente la fortaleza del euro, pero el BCE ni hace nada ni puede hacerlo sin el permiso expreso de quienes no están dispuestos a darlo, así que Draghi se dedica a hablar y hablar pero poco más. Y en el mercado empiezan a estar un poco hartos de tanta charlatanería.

Incluso en el caso de que al final haya logrado acorralar a los alemanes y consiga poner en marcha algún tipo de estímulos para la economía, si no se hace rápidamente puede que Europa llegue, en este caso también, demasiado tarde.

Todos estos son por sí mismos condicionantes de gran peso para el operativa de los mercados, pero si además tenemos una guerra en ciernes a apenas dos horas de Berlín en avión, las cosas se ponen un poco más tensas. En el mercado preocupa la constante apelación de Putin a los derechos humanos en Ucrania, porque se tiene la impresión de que esté preparando una excusa para intervenir directamente en el asunto, lo que podría las cosas en el peor de los escenarios posibles.

Entre tanto, con cada noticia que llega procedente de Ucrania al mercado se le va y se le viene el pulso. Hoy ha tocado el derribo de un helicóptero gubernamental, lo que da idea de lo organizados y bien pertrechados que están en el bando prorruso y la noticia ha puesto a los índices europeos contra las cuerdas:

Afortunadamente, tras la negativa apertura en Wall Street, el buen dato del ISM de servicios, en su mejor nivel de los últimos seis meses, fue suficiente por hoy para «olvidar» las malas noticias procedentes del Este de Europa. Mañana será otro día.

Al cierre, el Dax perdió un 0,28%, el CAC ganó un 0,10% y el Ibex avanzó un 0,02%. En Londres no hubo sesión por festivo.