El director general de Coface para España y Portugal, Juan Saborido, pronostica que el volumen de primas del seguro de Crédito registrará en el mercado nacional un «crecimiento prudente» del 2%, gracias a la mejor evolución de la demanda interna. «El 75% del volumen de primas depende del mercado doméstico, y éste estaba deprimido. Como esperamos que la situación general de las empresas vaya mejorando, creemos que este año habrá un crecimiento del 2%», señala en un encuentro con los medios de comunicación en el marco de la tradicional Conferencia sobre Riesgo País que organiza la entidad.

Ese crecimiento del 2% puede parecer escaso, pero significa un cambio de tendencia, ya que el volumen de primas se ha venido reduciendo en torno al 5% cada año a lo largo de los tres últimos ejercicios.

Para Saborido, que recuerda como “especialmente duro” el año 2009 por el «estallido» de créditos impagados entre empresas, España es el país donde la proporción entre el seguro de Crédito y el PIB es la más alta del mundo. «Lo bueno es comprobar que tras cinco años de crisis el seguro de Crédito es muy valorado por las empresas, y que grandes grupos que antes no tenían estas pólizas ahora las contratan», subraya.

El director de Riesgos Políticos de Coface para España y Portugal, Miguel Aguirre, reconoce que España está calificada con ‘B’, lo que significa un riesgo “significativo” sobre el impacto de la situación económica y social en el comportamiento de pago de las empresas.

Saborido matiza que es optimista sobre una subida del ‘rating’ de España a lo largo de este año, para pasar a estar primero en “vigilancia positiva”, y luego ser calificado como “A4”. «Pensamos que España tiene que pasar a vigilancia positiva, puesto que entendemos que ha habido una mejora en grandes indicadores importantes», argumenta el director general de Coface para España y Portugal. Destaca el crecimiento económico y la caída de la prima de riesgo y de los costes de financiación.

Paro y déficit, las preocupaciones

Pero también resalta las dos principales preocupaciones de España: el paro y el déficit. «La economía española tiene algunos desequilibrios importantes. Al Gobierno todavía le quedan un conjunto de medidas importantísimas”, advierte.

Para despejar esas incertidumbres, es «crucial» una reforma fiscal, ya que «incluso en 2007 el porcentaje de recaudación era muy inferior al adecuado». «El modelo fiscal está mal definido. En el medio y largo plazo España tiene que capturar un mayor porcentaje de ingresos sobre el PIB», razona Saborido.

El director general de Coface para España y Portugal considera que «España no necesita más ajuste público, sino invertir en algo«. Critica la reforma laboral porque «se quedó corta» al no simplificar la normativa. Y destaca la necesidad de acometer una reforma educativa “con consenso”.