Las famosas, Naty, Mar Flores y etc, vuelven al pueblo

08/05/2014

Carmen Duerto.

treshierbasNuria González es adicta a la quinoa, Beatrice de Orleans a la papaya fermentada, Mar Flores al azúcar natural del arce, Isabel Preysler casi milita en las filas de la macrobiótica si no fuera porque come tomate a todas horas, una verdura que los macrobióticos no contemplan. La reina Sofía es vegetariana y adora el yogur griego aunque luego, coma tiras de piel de naranja confitada recubierta de chocolate negro. La reina Isabel II regala mermeladas ecológicas de sus posesiones. Sandra Ibarra está abducida por el pan casero y la harina de espelta es su perdición. Así que, si te das la vuelta, en cualquier herbolario te puede salir Vanesa Romero con una bolsa de algas wakame o un calabacín recién recolectado en una huerta de Aranjuez.

Adictos al herbolario

Los herbolarios se han convertido en la botica de toda la vida, ese lugar al que acudes para remediar los males y por regla general, están atendidos por personas que en vez de venderte un producto sin más, militan en la filosofía del herbolario y te lo diseccionan, explican, aplican y casi les falta llevarte con ellos a recolectar la materia prima del que se nutren. Cada día se aficiona más gente a la comida orgánica y a los herbolarios y a ello ha contribuido que la vida tóxica, que llevamos en las ciudades, nos pase factura cada vez con más intensidad. Alergias, problemas de piel, envejecimientos prematuros, hígados alterados y un largo etc. Son la manifestación de que el cuerpo se queja. Nuestros famosos, esos seres que contribuyen extender esta nueva adicción que no es otra que volver a comer como nuestros antepasados más recientes, como si tuviéramos una huerta con gallinas debajo del apartamento y un cerdo hasta San Martín, para proveernos de carne y embutidos.

Nuría González, no tiene ningún establecimiento de cabecera, compra en el primero que se encuentra por la calle.  Además de las infusiones habituales, es compradora compulsiva de propóleo. Se toma dos cápsulas antes de las comidas para aumentar sus defensas y cuando nota que está a punto de resfriarse, refuerza la ingesta con quinoa, que la ingiere cocida en caldo o en una crema. “También soy muy fan del aceite de argán que me pongo en el pelo y en la piel, aunque para la piel, también uso el aceite de mosqueta y el aloe vera”.  Naty Abascal es de las celebridades españolas que más se cuidan. Su buena genética se ve reforzada por la ingesta de productos saludables, controla su alimentación desde siempre, no olvidemos que ella fue una cotizada modelo en los setenta. Contrariamente a la talla que usa, come muchísimo, pero come bien. El pollo no lo prueba “están todos llenos de hormonas y eso se queda en nuestro cuerpo”. Tampoco endulza sus platos con azúcar “es veneno”, ni bebe leche de vaca, ni prueba el pan. Siempre que puede y para su casa, compra huevos de gallinas criadas en el campo sin pienso y verduras orgánicas de huertas ecológicas (sin conservantes, químicos, pesticidas y etc). Suele pedir la compra por teléfono en Herbolario Navarro y de paso, que también le suban sus pastillas de colágeno. Vanesa Romero, es macrobiótica. Lleva años sin probar la carne y el pescado de forma ocasional. Ella es una maestra en preparar hamburguesas de tofu, sopa miso, lentejas con verduras o albóndigas de setas. Este tipo de alimentación, le solucionó su anemia y el cansancio crónico que sufría. Tal es su implicación que aquel que entra en su círculo se contagia. Hace un par de años, cuando eran pareja, Alberto Caballero, me contó entre risas, que se escapaba a veces a comerse un chuletón bien gordo pero enseguida volvía a las algas y al arroz integral. La comida fundamental de Vanesa son los cereales integrales a ellos les añade las verduras, vegetales, las algas y las legumbres. Su zumo estrella es el de manzana, zanahoria, apio y limón. Su despensa y a veces, también una prolongación del comedor de su casa, es el Ecocentro de Madrid, ahí compra algas, judías azukis, miso, tamari, soja, shoyu, umeboshi, sésamo o lino, además de vegetales y verduras orgánicas.

Beatrice de Orléans, es la “culpable” de que muchos famosos de este país y parte del extranjero, militen en la macrobiótica. Ella controla su alimentación desde hace años, desde que descubrió la macrobiótica en el Sha de Altea y casi ha dejado de fumar y de tomar café. Ahora los cigarros son ocasionales y el té kukicha un habitual de su dieta. Adquiere los productos en el herbolario que tenga más cerca «compro muchísimo en los herbolarios». De ahí que el sitio sea lo de menos, excepto los sobres de papaya fermentada, que se llaman Immun´Age, que además de Beatrice D´Orleans, lo toma el director de cine, Tarantino y los actores Robert Downey Jr. y Roger Daltrey. A Beatrice se lo envían desde AntiagingShop en San Pere de Ribes en Barcelona. Cristina Sabater, hija del reconocido doctor e investigador Juan Sabater, tiene la licencia de venta de este producto milenario que reduce el estrés oxidativo eliminando el exceso de radicales libres y reforzando las defensas naturales. Allí también los famosos y no famosos, se hacen con el colágeno skinpro, que dicen que es la bomba. Beatrice, ha dejado de tomar azúcar y leche de vaca. Cena ligero y con frecuencia sopas con miso, es más de pescado que de carne y que, aunque a veces le sea infiel a la dieta saludable, con una bolsa de patatas fritas, enseguida regresa a la vereda de la verdura orgánica, al sésamo, al arroz integral y a los complementos vitamínicos naturales.

Mar Flores, no sólo mira su alimentación sino la de su familia numerosa. Es una mujer muy preocupada por ello y a la que le gusta, improvisar una tarde en la cocina haciendo magdalenas con sus hijos. Unas magdalenas sanas porque previamente se ha pasado por el Herbolario Navarro del centro de Madrid, para adquirir la harina integral y el azúcar natural. Fundamentalmente adquiere productos para los niños, vitaminas y todos los alimentos orgánicos del supermercado de la planta baja. Esos tomates que huelen, las zanahorias en manojos o los calabacines aún con restos de tierra de haber sido cortados esa misma mañana.

Hasta el equipo completo del Valencia Basket milita en las filas del herbolario. El rendimiento de los jugadores y el éxito deportivo de un equipo como el Valencia Basket, que está segundo en la liga nacional de baloncesto, está supeditado a muchos más factores que a una alimentación rica en proteínas, con los carbohidratos controlados y a unos suplementos naturales.  En Herbolario Navarro de Valencia el equipo entero se aprovisiona de omega 3 aminoácidos ramificados, batidos de proteínas, complejos multivitamínicos, complejo de minerales, vitamina D activa, magnesio, antioxidantes, probióticos…. Con ellos mejoran el equilibrio graso e inflamatorio, reponen minerales perdidos, recuperan masa muscular degradada, reponen flora intestinal dañada por antibióticos, mantienen la calidad de la masa ósea y minimizar las sobrecargas musculares. Antes de los partidos suelen tomar alguna barrita energética. Después del partido, ingieren las bebidas recuperadoras y los batidos protéicos, junto con los aminoácidos ramificados y una dosis de magnesio. Llevan un par de temporadas con esta alimentación porque creen, y a la vista de sus buenos resultados debe ser verdad, en la calidad de los productos naturales.

 

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