El Jardín del Hotel InterContinental acude fiel a su cita con el buen tiempo. Y lo hace con un cambio radical en la carta. José Luque, que no olvida sus orígenes en la Escuela de Hostelería y Cocina de Aranjuez, y su equipo (Miguel de la Fuente, Enrique Sabadías y, en pastelería, Jesús de la Puebla) abandonan los experimentos y recurren a las recetas de las abuelas para presentar platos de siempre con una versión castiza.

El ejemplo más claro es el bocadillo de calamares, con ali oli y polvo de alga nori, y pan chino. Pero también están las gambas al ajillo con emulsión de ajo y perejil sobre pan frito, o la alboronia, un guiso meloso de verduritas y manteca de calabaza con jamón ibérico y huevo a 62º.

Sorprende el pan souflé de boquerones en vinagre, ajo y perejil. Sin despreciar los buñuelos de viento con bacalao. Y es todo un hallazgo el tartar de carne con masa de pestiño.

Y para endulzar la comida, una mouse de madroño y la torrija con helado de violeta.

Es la propuesta más innovadora. Pero la nueva carta tiene besugo a la espalda con patatas ratte a lo pobre y refrito de ajos de Chinchón; rabo de toro estofado al modo de Las Ventas con patatas fritas y reducción de tempranillo; solomillo de la Sierra de Guadarrama; steak-tartar de ternera del Guadarrama; y sopa de melón de Villaconejos con foie-grass asado y caramelo de Garnacha, entre otros platos. Sin olvidar los arroces, donde destacan la paella de verduritas tiernas. Todo acompañado con vinos de Madrid.

Para la noche, un menú degustación de cocina de Madrid, aunque también se puede optar por un menú de tapas.