En un comunicado emitido ante los recientes rumores surgidos en el mercado, ambos operadores explican que el objetivo es combinar sus negocios en una nueva entidad jurídica constituida en Países Bajos y en la que, si finalmente se completa la operación, los accionistas de Deutsche Boerse controlarán entre el 59% y 60% de las acciones y los de NYSE Euronext entre el 41% y el 40% de la compañía combinada.

La nueva entidad tendrá repartida su sede central entre Fráncfort, donde residirá el presidente de la compañía, Reto Francioni, y Nueva York, donde se establecerá el consejero delegado, Duncan Niederauer. Además, la nueva compañía tendrá un comité ejecutivo compuesto por igual por los responsables de ambas entidades.

Asimismo, el comunicado recuerda que cualquier operación también está sujeta al visto bueno de los consejos de ambas compañías, a la aprobación de los reguladores y los accionistas, así como a otras condiciones habituales de cierre.

NYSE Euronext y Deutsche Boerse remarcan que esta operación crea un grupo líder mundial en derivados y gestión de riesgos, así como la principal sede del mundo para la obtención de capital. Además, será el «el mayor operador bursátil del mundo» por ingresos y beneficios, continuará operando en todos los mercados según la supervisión y los marcos reguladores locales y trabajará estrechamente con los reguladores para facilitar la transparencia y las estandarización de los mercados globales.

En esta línea, también defienden que la combinación de ambas empresas creará valor para clientes, accionistas y otras partes interesadas y prevén generar «importantes ingresos adicionales». Asimismo, la suma de ambos grupos generará unas sinergias de costes de 300 millones de euros.

Esta confirmación de la posible fusión de ambas entidades llega apenas horas después de que las bolsas de Londres y Toronto confirmaran un acuerdo de fusión «entre iguales» que daría origen a la mayor bolsa mundial por número de empresas cotizadas.