En la calle San Lorenzo de Madrid, en pleno corazón de la ciudad, a caballo entre Chueca y Chamberí se esconde un establecimiento que ofrece comida divertida, original, sabrosa y con una relación calidad/precio aceptable. Hablamos de Perrito Faldero, un restaurante acogedor, original, desenfadado y que en su decoración mezcla parte de la estructura antigua con cierto aire cosmopolita. Su coqueto estilo está basado en siluetas de decenas de razas caninas. Los responsables del local son los hermanos Javier y Alberto Muñoz Calero, que han regentado otros locales de éxitocomo Muñoca, Tartán o La Azotea del Círculo de Bellas Artes.
En Perrito Faldero saben combinar sabores diversos, y en general, bien conseguidos. Sus propuestas son ideales para compartir varios entrantes/snacks entre los comensales, o degustar platos más contundentes como su famoso (y gigante) perrito o unas interesantes propuestas de hamburguesas.
Nosotros comenzamos con untartar de gravlax de salmón semi-ahumado con costra de furikake y huevas de tobiko. Uno de los mejores platos de la noche. Delicioso, te daban ganas de repetir… Los wrap de langostino en panko, kimuchi y menta son otra elección a tener en cuenta. Una mezcla de sabores crujiente y al que un acertado toque de menta le aporta una frescura muy característica.
El ceviche de lubina, boniato, cilantro, maracuyá y ají limo fue el plato que menos nos convenció. Sin embargo, la pizza cuadrada de tomatitos en rama con parmesano y rúcula, un plato, a priori, de elaboración sencilla estaba para chuparse los dedos. Como platos principales una opción interesante es la hamburguesa de solomillo de cerdo marinado, con salsa de bourbon y barbacoa, camembert, panceta crujiente y pimiento verde. El sabor es adictivo, la textura melosa y la carne deliciosa. Y por supuesto, las costillas de cerdo rosado lacadas en hoisin y miel, jengibre, lemon grass, cebollino, shitake hidratado, tirabeque y chips de ajo, que se trata de uno de los platos estrellas de la casa. ¡Para no perdérselo!
Por último, los postres están ricos y son abundantes. ¿A destacar? Las texturas de chocolates (helado, brownie, peta-z y sirope) o un hojaldre de manzana al horno presentado en taza.
Pero para los que quieran disfrutar de una buena copa post-cena y suspiran para que no decaiga la noche, los propietarios acaban de inaugurar La Perrera una extensión del restaurante ideada para los más noctámbulos. El canalleo con ambiente canino de Perrito Faldero continúa ahora en el local contiguo. Se trata de un “hermano pequeño” aún más gamberro, que nace para alargar las noches, para bailar las madrugadas con éxitos de los 80 o bañarlas en copas hasta que el cuerpo aguante. Los nombres de la coctelería (como el mojito Faldero o perrita Margarita) y la decoración, donde reina un papel pintado repleto de canes (a juego con el restaurante) son una extensión del local original. ¿Un cóctel imprescindible? Sin duda, el mojito de melón. ¡Repetirás!
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.