Una súbita inyección de optimismo pareció recorrer el ánimo de la población española. A partir del año pasado, en el mes de abril, apenas se registraron parados que ‘tiraran la toalla’ y dejaran de buscar empleo, a pesar de necesitarlo. Concretamente fueron 1.900 los que abandonaron las filas de los activos por ese ‘efecto desánimo’, según detalla la Encuesta de Población Activa (EPA). En contraste, el número de inactivos por agotamiento sumó el año anterior 96.700, tal y como destaca la encuesta publicada hoy miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (EPA). Aun así, un total de 483.600 personas no buscan ya trabajo, desanimados por la falta de expectativas, un 21% más que hace tres años.

Los resultados del análisis de las EPA recientes reflejan que apenas un 0,44% de las manos perdidas para el empleo se debieron al ‘efecto desánimo’. De hecho, el INE relega al cuarto lugar el agotamiento ante la falta de empleo entre las causas que explican la pérdida de población activa. Un total de 424.500 personas dejaron de estar activas entre el primer trimestre de 2013 y el primer trimestre de 2014, indica.

De hecho, otros son los factores que explican esa pérdida de masa laboral. En concreto, la población en edad de trabajar cae en 412.000 personas. Mientras tanto, en el mismo período el número de jubilados y prejubilados crece en 155.000. Por último, la vuelta a las aulas de 45.000 jóvenes también es motivo de la pérdida de activos.

El INE analiza en su estudio las variaciones en el número de activos en los últimos tres años, entre el primer trimestre de 2011 y el primer trimestre de 2014. Según los datos, entre parados y ocupados, hay en abril 22,88 millones de personas en España con disposición para trabajar.

Envejecimiento y salidas del país

Entre las causas que explican la pérdida de población activa, el factor principal reflejado en la EPA es la disminución de la población en edad laboral. En particular, el número de personas con edades comprendidas entre los 16 y los 64 años, ha descendido en 750.000 personas desde 2011; un descenso que, tan solo en el último año, es de 412.000 personas.

De la disminución de la población en edad laboral, destaca la salida 633.300 extranjeros (381.100 de ellos, en el último año). No todos, sin embargo, son salidas del país. El INE apunta a un buen número de nacionalizaciones, que cursar baja a los extranjeros en esa categoría. De hecho, la estadística refleja un total de 176.700 españoles nacidos el extranjero –esto es, nacionalizados – que causaron baja como población en edad laboral, en los últimos tres años (125.300 de ellos, en último año).

El incremento en el número de jubilados es el segundo factor en importancia que explica la caída de la población activa. En total se contabilizan 355.300 jubilados más desde abril de 2011. En términos de EPA de flujos, los jubilado o prejubilados crecen en 154.800 personas en el último año.

Un tercer factor alumbrador de la pérdida de activos es la vuelta a las aulas de los más jóvenes. En el último año, el número de menores inactivos que cursan estudios ha crecido en 44.900. Y eso a pesar de que, también en un año, la población de esa edad ha caído en total en 96.000 personas.

Según se ha dicho, el INE relega al cuarto lugar el ‘efecto desánimo’ como causa explicativa del descenso de activos. Entre 2011 y 2012, ‘tiraron la toalla’ un total de 96.700 personas (entre abril de 2011 y octubre de 2012). Sin embargo, en el último año, la tendencia se mantiene “relativamente estable”, dicen. De hecho, tan solo 1.900 personas han abandonado la búsqueda de empleo desde el primer trimestre de 2013 y el primer trimestre de 2014.

Con todo, la encuesta detecta un descenso continuado en el número de activos. Tras la última caída, la tasa de actividad se sitúa en el 59,46%, frente al 60,18% del primer trimestre del año anterior. En tres años, el número de mujeres activas creció en 96.100. En ese período, sin embargo, se constató una fuerte disminución en el número de activos, hasta los 22,88 millones del primer trimestre de 2014.