Mario Draghi

El Banco Central Europeo (BCE), que la semana que viene celebra una esperada reunión de política monetaria donde se espera que anuncie nuevas medidas, ha subrayado que no se ha resignado a que la eurozona sufra un periodo demasiado prolongado de inflación muy baja.

«No estamos resignados a permitir que la inflación sea demasiado baja demasiado tiempo», aseguró Draghi en su discurso en el Foro Económico de Bancos Centrales, celebrado en la localidad portuguesa de Sintra.

En este sentido, el banquero italiano apuntó que prácticamente la totalidad de la desinflación registrada en la zona euro se explica por la caída de precios de la energía y los alimentos, así como por los ajustes de precios relativos en países de la región bajo la presión de los mercados.

Así, Draghi señaló que el BCE espera que la inflación de la zona euro repunte de forma gradual hasta el objetivo del 2%, aunque indicó que la institución permanecerá alerta ante los posibles riesgos que pudieran aparecer y lista para actuar si fuera necesario.

«Necesitamos estar particularmente vigilantes ante el momento en que cobrase fuerza una espiral negativa entre la baja inflación y la caída de las expectativas de inflación y el crédito, particularmente en los países bajo presión», dijo.

No obstante, el máximo responsable de la política monetaria de la eurozona subrayó que «la cuestión clave es el momento» y advirtió de que hay que ser conscientes de los desajustes que pueden existir entre el aumento de la demanda de crédito, el saneamiento de los bancos y la evolución de los mercados de capitales.