Pancho es de la familia, de los elegantes Jack Russell de toda la vida, es más, sus antepasados cazaban zorros como signo de distinción. Su verdadero nombre es Cook y así firmaba sus apariciones en la serie «Aquí no hay quien viva» cuando trabaja en el cine, pero al entablar relaciones con las Loterías del Estado, le pidieron exclusividad y cambio de nombre, igual que las celebrities del cine mudo y del blanco negro.. Adoptó Pancho. Así se ganó una fama de pillo y de vividor.
Ha dejado el Caribe para acudir a la gala de los Goya, no van los Reyes pero él sí, porque quiere apoyar al cine con su presencia y más este año que están las aguas revueltas, con ese sin parar de Sindescargas y subvenciones.
La llegada de invitados comenzará a las 19horas y Pancho, tiene estimada su aparición por la alfombra roja sobre las 21 horas. El audi oficial le dejará a pie de carpa. Llegará vestido con un traje de chaqueta de Adolfo Domínguez y un collar-correa cuajado de cristalitos buenos. Su acompañante será la modelo Noelia López Vidal, que fue novia, aunque breve, de Guti y ganó un concurso de modelos en un reality de TV. Su traje de chaqueta confeccionado a medida, será la envidia de la Ministra, ella llevará un Jesús del Pozo.
La acompañante de Pancho, vestirá con un total look de Rosa Clará y unos aderezos que le presta Dámaso Martínez. Pancho ocupará una butaca de terciopelo en lugar preferente para seguir una gala que, posiblemente, no vea entera pero lo intentará. Eso sí, atenderá amablemente al presentador Buenafuente, cuando se dirija a él, en el transcurso de la entrega de premios.
Gracias a Pancho, hemos recuperado el color de la alfombra. Aunque muchos habíamos creído que era gracias al champagne que pondrá las burbujas, lo cierto es que ha sido Pancho y su empresa, Loterías del Estado. Por cierto, una  vez que acabe la gala, tendremos el inmenso placer de disfrutar de su compañía, un ratito en el cóctel post-gala, en el mismo teatro real. Allí podrá visitar la exposición de fotos de la revista Yo Dona, en la que él aparece en un lugar preferente.
Podía haber ido con Kim Gutiérrez y su Gucci o con Rossy de Palma y sus pomellatos o haberse dado el tratamiento de las ce lebrities de Bvlgari en Tacha o el de Natura Bissé en Maribel Yébenes, pero ha preferido ir con la cara lavada y con una chica de 24 años. ¿Pancho, nunca tienes dudas de si te quieren a tí o a tu dinero?