La venta por Pemex de su participación en Repsol cuenta con diversas derivadas, que se seguirán percibiendo a medio plazo. Los analistas se preguntan si la Caixa, con su casi 13% del capital de la petrolera, intentará recomponer el grupo de accionistas institucionales que se ha visto mermado de forma significativa por esta operación, a la que se puede añadir Sacyr si vende su 9,3%, prevista para 2015. Quedan además Temasek, con el 6%, y entidades y fondos, como HSBC y BlackRock, pero que no tienen peso en la estrategia de la compañía.

Desde Beka Finance, se destaca que la venta de Pemex podría «devolver la estabilidad» y pone en el centro de atención en lo que pueda hacer Sacyr. Su visión sobre el valor es positiva. Luis Padrón, de Ahorro Corporación, estima que se trata de «buenas noticias», ya que se quita incertidumbre a las tesis de inversión de la empresa, al tiempo que desciende el stock de acciones que pueden verse afectado por desinversiones. Cita otros aspectos que dan estabilidad, como el reciente nombramiento de Imaz como consejero delegado, mientras que los resultados se verán afectados de forma positiva por la reanudación de la producción en Libia.

BES opina que la transacción, que era esperada, se ha podido acelerar por la visita del presidente mexicano, Enrique Peña, Nieto, a España el 9 y 10 de junio. A partir de ahora, indica esta entidad la compañía puede ser analizada más en base a sus datos, como el éxito en el área de exploración y producción de hidrocarburos, que por las luchas internas.

Si bien el acontecimiento más inmediato que puede afectar a la compañía es el citado viaje de Peña Nieto, que cuenta con una agenda institucional, pero también con fuerte peso económico. Según medios consultados, al Gobierno español le interesa especialmente asegurarse la construcción de los buques, que han sido encargados por la empresa estatal a astilleros gallegos, pero también recomponer las relaciones energéticas.

Además de que México se mantiene como un importante suministrador a España, el país azteca quiere mejorar esa posición, en especial en el gas, mientras que el Ejecutivo de Rajoy defenderá que la petrolera española no sea discriminada en los proyectos que se abren con la reforma energética mexicana. La compañía que preside Antonio Brufau puede aportar su tecnología y experiencia en la exploración de hidrocarburos en aguas profundas que serán requeridas en el Golfo de México.

Mientras, la actividad de Repsol en el continente se acelera. El ministro de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, y los presidentes de Repsol, Antonio Brufau, y de Eni, Claudio Descalzi, han suscrito un acuerdo para la explotación del Campo Perla 3X del Bloque Cardón IV, que forma parte del proyecto de gas Rafael Urdaneta, y asciende a un total de 1.000 millones de dólares (735 millones de euros).

El proyecto de gas Rafael Urdaneta está conformado por 29 bloques de explotación que se extienden en el país. En su fase inicial, el Campo Perla 3X generará 150 millones de pies cúbicos de gas al día (MMPCED). Para el primer trimestre de 2015, elevará esta producción a 450 MMPCED. Cuando alcance su máximo desarrollo, podrá entregar 1.200 MMPCED de gas.

Este proyecto incluye la construcción de tres plataformas off-shore. Además será erigida una planta de tratamiento de gas en Tiguadare, municipio Carirubana, a la que se suman la construcción de tanques de sistemas contraincendios, módulos de procesos y de servicios, separador primario (slug catcher), entre otras estructuras.