La Comisión Gestora del Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito aprobó el martes 10 de junio las cuentas anuales correspondientes a 2013, que registraron “una situación razonablemente holgada”, pese a registrar en 3013 un patrimonio negativo en 2013 de 1.637,3 millones de euros por el saneamiento de varios bancos (entre ellos, el resultado de la venta de NCG Banco al Banco Etcheverría, controlado por el venezolano Banesco.

Además, el Fondo ha registrado durante los dos primeros meses de este año ingresos por 3.113,4 millones, con lo que “el patrimonio ha vuelto a ser positivo”. señalan en la entidad, controlada por el Banco de España y las entidades de crédito.
Uno de los mensajes del Fondo es que su patrimonio actual “excedería sobradamente cualquier saneamiento a que “pudiera venir obligado por el proceso de venta” de la nacionalizada Catalunya Banc.
Las contingencias patrimoniales a que el Fondo está expuesto en razón de operaciones llevadas a cabo con cajas de ahorro y bancos “se circunscriben a los quebrantos que puedan derivarse de los tres esquemas de protección de activos (EPA) otorgados” para facilitar la venta de Banco Castilla La Mancha (ahora, en Liberbank a través de CajAstur, Unnim (adjudicado al BBVA), y Banco CAM (en manos del Sabadell).
Tras terminar 2013, el Fondo cuenta con provisiones equivalentes al total de las pérdidas que se espera resulten de cada cartera protegida hasta el vencimiento del EPA correspondiente, conforme a las estimaciones realizadas por expertos independientes.
No obstante, la prudencia “hace recomendable estudiar permanentemente la posibilidad de exigencias adicionales de provisiones en los siguientes ejercicios”, precisan en la Comisión Gestora del Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito .
Máxime teniendo en cuenta que la Directiva sobre Fondos de Garantía de Depósitos (la 2014/49/EU, de 16 de abril) plantea la necesidad de constituir un patrimonio equivalente al 0,8% de los depósitos cubiertos de las entidades adheridas en un plazo de diez años (hasta 2024).Y que la Directiva sobre Fondos de Resolución Bancaria (la de 25 de abril) implicará que las entidades deban satisfacer las aportaciones necesarias al objeto de constituir un patrimonio equivalente al 1% de los depósitos cubiertos en un plazo de nueve años (2023).

Un ‘stress test’ particular

Para estimar la capacidad del Fondo para hacer frente a estos compromisos a largo plazo se han realizado “las oportunas proyecciones de su situación en los próximos años”, una versión específica de las pruebas de resistencia (‘stress test’, en la jerga financiera) que están realizando en estos momentos los bancos europeos.
Este examen incluye una estimación de las provisiones adicionales que pudieran ser necesarias para atender las pérdidas derivadas de los EPA y el patrimonio a alcanzar según las dos Directivas. Y tiene en cuenta el volumen de los depósitos dinerarios cubiertos de las entidades adheridas a 31 de diciembre de 2013; la cuantificación de las provisiones necesarias para atender las pérdidas en los EPA suponiendo escenarios con diferentes niveles de severidad para las carteras protegidas, tomando como referencia las estimaciones de las autoridades comunitarias.

Este ejercicio, que se realizará “periódicamente” hasta el año 2024, parte de tres escenarios:
1.-consultores externos: todas las pérdidas futuras ya estarán cubiertas (699 millones en la EPA de la CAM, 360 millones en la de Unnim y 362 millones en la de Banco Castilla La Mancha).
2.-base: las pérdidas superan el primer escenario, alcanzando un importe igual al previsto en el nivel más bajo de las estimaciones realizadas por la Comisión Europea cuando aprobaron las reestructuraciones de las entidades.
y 3.-estresado: las pérdidas serán iguales a las contempladas en el nivel superior de las estimaciones realizadas por la Comisión Europea cuando aprobaron las reestructuraciones de las entidades.
Además, se añade la hipótesis más conservadora: con motivo de la venta, el Fondo debería sanear totalmente su participación en Catalunya Banc: 823,9 millones. Y que en los dos escenarios más exigentes, se contempla el saneamiento de los activos ligados a CCM: 60 millones.

Buenas proyecciones

De estas proyecciones, se deduce que el mantenimiento del nivel actual de aportaciones ordinarias de las entidades adheridas al Fondo permitiría: constituir el patrimonio exigido por la nueva Directiva sobre Fondos de Garantía de Depósitos antes de 2014, “aun suponiendo escenarios de más severidad para los EPA que los empleados por las autoridades comunitarias”, subrayan en la entidad.
Y también genera un excedente con el que alcanzar también la cobertura del patrimonio exigido al Fondo de Resolución antes de 2023.
Conclusión: el Fondo “goza de una posición patrimonial que previsiblemente le permitirá atender con suficiente holgura sus compromisos”. Sin olvidar que las entidades están obligadas a realizar aportaciones adicionales “si fuera necesario”.
Pero el Fondo continuará realizando estimaciones periódicas de su situación patrimonial. Y en cualquier caso, “teniendo en cuenta lo dilatado del período a que se extiende la estimación, está sujeta a un margen significativo de contingencia, por lo que debe ser tomada con la debida cautela”, matizan en el Fondo.