
Elvira Rodríguez (CNMV) con Amancio Fernández, director de diarioabierto.es, durante el curso de la APIE
La Directiva Mifid II, que regula la comercialización de productos y busca una mayor protección de los inversores minoristas no profesionales, contempla la prohibición expresa de una determinada oferta. Pero esa competencia no está todavía al alcance de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), al no haberse traspuesto a la normativa española.
No obstante, su presidenta, Elvira Rodríguez, admite en el curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander que la CNMV ha impedido la venta en España de “algunos productos muy complejos y muy difíciles de entender”. ¿Cómo? “Ahora no podemos prohibir, pero tenemos que dar la autorización a esa comercialización, y en algunos casos no la hemos dado para inversores minoristas no profesionales”, explica.
Elvira Rodríguez precisa que la prohibición de comercializar un producto contemplada en la Mifid II es por “alguna condición intrínseca” de éste. Y considera recomendable que la norma “objetive por qué un determinado producto no es adecuado para un inversor minorista no profesional”.
La presidenta de la CNMV anuncia que está en fase de consulta pública el procedimiento para la clasificación de los productos por riesgo y complejidad mediante unas banderas de colores, similares a los semáforos. Además, en el folleto del producto debe figurar un esquema de probabilidades para la remuneración que logre éste. Y constar que el producto no es adecuado para el inversor minorista, aunque éste podrá adquirirlo siempre que lo haga con asesoramiento.
Exigencia de más medios
Elvira Rodríguez se queja de que la CNMV no tiene autonomía para dotarse de medios humanos, sino que está sometida a la normativa general de personal del sector público. “La Comisión tiene ahora menos personal que hace tres años, cuando cada vez tenemos más obligaciones, hay supervisión in situ, y eso exige medios humanos”, argumenta. Además, admite que “el 40% de los técnicos de la CNMV tienen salarios bajos, por lo que pueden irse cuando el mercado se recupere”.
La presidenta de la CNMV reconoce abiertamente una “sana envidia” del Banco de España, y reclama una autonomía similar dentro de la reforma de las Administraciones Públicas emprendida por el Gobierno. “El Banco de España ha logrado 60 inspectores más, y yo tengo que pelear en el Senado por cinco plazas”.
Elvira Rodríguez apoya la propuesta de un miembro de la Comisión de Expertos para la reforma del Código de Buen Gobierno, sobre que un consejero independiente pueda presidir la junta general de accionistas de una empresa. “A mí no es una idea que me resulte rara”, opina.
Considera que los independientes gana peso en los consejos de administración, ya que son “un contrapeso para reducir los conflictos de interés en una empresa y para evitar incentivos perversos y cortoplacistas para los ejecutivos”.
En cambio, rechaza que se limite al 25% del total la retribución que reciba un independiente por estar en el consejo de una empresa. “No creo que limitar su remuneración garantice mejor su independencia, cuando se le está exigiendo cada vez más responsabilidades. No es una propuesta práctica. Lo que da independencia a un consejero es que lo sea por un tiempo determinado”, argumenta.
La presidenta de la CNMV recuerda que ahora la junta general de accionistas votará “uno a uno, y no en conjunto, a los miembros del consejo de administración”. Y espera que la reforma del Código de Buen Gobierno entre en vigor el 1 de enero de 2015, coincidiendo con la nueva Ley de Sociedades de Capital.
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