Faltan muy pocos días para que Venecia festeje su Carnaval, para que la ciudad vibre ante la magia y el misterio de su fiesta, porque Venecia es el Carnaval, por tradición y por vocación. Y porque viajar a Venecia en Carnaval es sumergirse en un mundo de ensueño. La ciudad de los canales ultima los detalles para que dentro de pocos días (del 5 al 8 de marzo) el sueño de muchos se haga realidad.

Es difícil hacer referencia a los carnavales europeos sin, inmediatamente, pensar en el de Venecia, porque Venecia es en sí una ciudad enmascarada, misteriosa y mágica, en la que en lugar de moverte por un decorado lo vives. El carnaval de Venecia tiene personalidad y magia propias y va más allá de la turística imagen de la nariguda máscara del doctor de la peste que abarrota los talleres de la ciudad. Antaño (hay referencias desde el siglo XI, aunque no fue hasta XIII cuando se declaró festividad pública), el carnaval ya constituía una de las fiestas populares más apreciadas por los ciudadanos y celebrarlo suponía una especie de cantar de gesta donde cualquier acontecimiento se utilizaba como fuente de inspiración de forma que la historia y la realidad se mezclaban y confundían en una fiesta.

Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando el Carnaval logró a su máximo apogeo, porque príncipes y nobles de media Europa se escapaban, disfrazados para no ser reconocidos, a Venecia, para disfrutar de una juerga que duraba varios días. Los tiempos han cambiado y la gente también y desde hace unos 20 años, al carnaval de Venecia acuden los que pueden (eso sí, de medio mundo), los que su bolsillo se lo permite, para observar, participar y soñar de ese ambiente callejero, musical y extravagante que hace que por unos días la vida sea mágica y vivirla …un sueño. Como un sueño es el Baile del Doge, el baile de máscaras más exclusivo del mundo y el glamoroso evento más codiciado por la jet-set internacional que cada año acude a Venecia, a disfrutar y a soñar, porque allí acuden artistas y conocidos personajes del mundo que siempre soñaros con el Carnaval.

Dicen que uno no se puede morir sin haber ido al Baile del Doge, porque, entre otras cosas, es la antesala del paraíso, una fantástica producción que va más allá de una maravillosa fiesta. Su artífice, Antonia Sautter, lleva años celebrándolo para los VIPs y las celebridades del mundo, y también para los que pueden permitírselo porque el baile con cena y entrada a la zona VIP cuesta 1.500 euros; sin acceso a zona Vip, 1.200 y sólo el baile, que empieza a las once de la noche, 600 euros. Eso sí, el disfraz es obligatorio y o bien se lo trae uno de casa o se alquila. Los precios, como todo en la vida, dependen del lujo de la tela del traje y del personaje en que se quiera uno encarnar, porque no es lo mismo ir de pobre hombre medieval, que de la mismísima María Antonieta. Desde 300 euros a 6.000, todo tiene cabida en una amplia selección de disfraces, a juego con las más selectas, atrevidas y sofisticadas máscaras. Conviene ir reservando tanto la entrada como el disfraz (desde España puede hacerse con ABS Consultores, en el Teléfono 606869538, y en Venecia a través de la página web www.ballodeldoge.com, donde hay que dar las medidas o la talla de cada uno para el disfraz), pero hay que hacerlo rápido porque el baile es el sábado 5 de marzo y el salón sólo tiene cabida para 500 personas venidas de todo el mundo.

Antonia Sautter, la artífice de la fiesta, creará únicamente para una noche y para que

cada uno de los huéspedes pueda formar parte de este encanto, un decorado maravilloso donde cada personaje, protegido por una máscara y llevando un suntuoso traje, pueda volver a ser niño y quedarse pasmado ante las majestuosas escenografías y sus espectaculares “performances”. Un Baile único, emocionante, que hará vivir una noche mágica, llena de fantasía, lujo y emociones. Una noche con la que siempre se soñó: el baile del Carnaval de Venecia con disfraces elaborados con materiales preciosos, a base de sedas y terciopelos teñidos a mano, en miles de colores, para realizar un producto que no se deja dominar por la moda del momento, pues está en continua armonía entre la tradición y la modernidad.

En el Atelier de Antonia Sautter se pueden admirar, como si fuese un Museo del Traje, los extraordinarios y espectaculares trajes de época que la han hecho famosa. Muchos, han sido trajes utilizados para producciones teatrales y cinematográficas famosas, como por ejemplo, los 400 suntosos trajes que hizo para la producción francesa de la película “Vivaldi, un Prince à Venise”. Y es que el Baile del Doge es obra exclusiva de Antonia Sautter, por cuyas venas corre sangre austríaca  y veneciana, aunque ella nació en Venecia. Inició sus primeros pasos en el mundo de la alta moda a temprana edad y con sólo 23 años fue directora de la sede italiana “Venezia Mode”, una de las empresas líder en la distribución de la moda Made in Italy en lo Estados Unidos. Durante muchos años su vida transcurrió entre Nueva York y Venecia.

Música, agua, luces, sol, luna, estrellas, efectos especiales…se combinan en un teatro, que eso es lo que es el Baile del Doge, que representa un mundo suspendido entre las nubes, un mundo cargado de emociones, que va más allá del  tiempo, porque este baile-teatro representa la magia del cosmo a través de los símbolos más conocidos: el sol, la luna, las estrellas…Aire, agua, tierra, fuego. Los tres pisos del Palacio Pisani serán el mejor teatro del mundo para que sus huéspedes sean protagonistas de un sueño colectivo, y todo antes de que el amanecer ilumine  Venecia. Mientras tanto las calles y sus canales tendrán su fiesta, plagada de turistas y sus máquinas de fotos, de gondoleros ansiosos de negocio, de curiosos incrédulos de ver tan llamativos disfraces, de comerciantes nerviosos por hacer “el agosto” en los fríos días de marzo, de falsos Casanovas con promesas de amor, de bohemios pintores que dibujan los canales a ritmo de fotocopiadora, de reproducciones de Morettos por todas las joyerías, de caramelos de cristal de Murano, de sedas y brocados con estampado venecianos…Todo esto y más en la ciudad más romántica del mundo donde el Carnaval lo puede todo, porque su magia no tiene trampa.