Citigroup ha llegado a un acuerdo con la Unidad Especial de Lucha contra el Fraude Financiero para cerrar su investigación por la venta de activos respaldados por hipotecas residenciales (RMBS) y obligaciones colateralizadas de deuda (CDO) entre 2003 y 2008, que incluye el pago de 7.000 millones de dólares (5.137 millones de euros). Ese acuerdo resuelve las actuales y potenciales reclamaciones del Departamento de Justicia, los fiscales generales de varios Estados y la Corporación Federal de Garantía de Depósitos (Fdic), según el comunicado del banco norteamericano.

Citi pagará 4.500 millones de dólares (3.302 millones de euros) en efectivo, de los 4.000 millones de dólares (2.935 millones de euros) irán al Departamento de Justicia y 500 millones de dólares (367 millones de euros) a los fiscales y el FDIC.
Y destinará 2.500 millones de dólares (1.834 millones de euros) para compensar a los consumidores hasta finales de 2018 mediante la construcción y mantenimiento de vivienda de alquileres asequibles, reducciones del capital en préstamos residenciales o a través de otros programas que beneficien directamente a los usuarios
El consejero delegado de Citigroup, Michael Corbat, cree que “este acuerdo es lo mejor para los accionistas, y nos permite avanzar y centrarnos en el futuro en vez de en el pasado«.
Como consecuencia de este acuerdo, aplicará un cargo de 3.800 millones de dólares (2.788 millones de euros) antes de impuestos en los resultados correspondientes al segundo trimestre de 2014. Esto supone un beneficio neto de 181 millones de dólares (133 millones de euros), un 95,7% menos en comparación con los 4.182 millones de dólares (3.069 millones de euros) que ganó en el mismo periodo del ejercicio anterior.
En el conjunto de los seis primeros meses del año, el beneficio neto de Citigroup fue de 4.124 millones de dólares (3.027 millones de euros), un 48,4% menos. Y la cifra de negocio un 3,1%, hasta los 39.466 millones de dólares (28.965 millones de euros).
Corbat destaca que Citi ha mostrado su capacidad de resistencia un entorno económico «desigual», continuó aumentando el crédito, y reduciendo sus gastos operativos. Y que pese al «significativo» impacto que ha tenido el acuerdo con las autoridades estadounidenses en su beneficio neto, su posición de capital se ha fortalecido hasta alcanzar el 10,6% según Basilea III.