AEB, LKA, DDD, BSM. Siglas desconocidas para el 96% de los conductores españoles y que hacen referencia a los sistemas tecnológicos avanzados para la prevención de accidentes de tráfico. Solamente están instalados en el 2% de los coches que circulan por España. Pero evitarían el 27,5% de los accidentes de tráfico con víctimas, el 22% de los fallecidos cada año en éstos, según un estudio de la Fundación Línea Directa, que ha analizado en colaboración con Centro Zaragoza los 83.115 siniestros registrados en 2012.

En el 95% de los accidentes de tráfico está presente el factor humano, y el 40% es causado por una distracción del conductor. Algo que esos sistemas ayudan a evitar. Pero no se instalan en los coches por desconocimiento, por la “percepción de que se trata de costes muy altos y que sólo están disponibles en vehículos de gama alta”, señala Francisco Valencia, director general de la Fundación Línea Directa. El estudio hace hincapié en la “baja proactividad en la venta por parte de los concesionarios”.
El frenado de emergencia autónomo (AEB), que se activa al detectar una situación inminente de colisión, está disponible en el 16% de las marcas de automóviles analizadas en el estudio. Y puede reducir los accidentes con víctimas el 19%.
El sistema de ayuda al mantenimiento de carril (LKA), que corrige al conductor de forma automática si éste lo abandona sin conectar antes los intermitentes, está en el 40%. La Unión Europea está estudiando hacer obligatoria su instalación en los vehículos nuevos a partir de 2016. Puede reducir los muertos en accidentes de tráfico un 6%.
La detección de fatiga (DDD), que avisa al conductor mediante señales acústicas y visuales si detecta cansancio, está disponible en el 23%. Puede reducir en un 5% la mortalidad en las carreteras.
La monitorización de ángulos muertos (BSM), que informa de la presencia de vehículos en las zonas que quedan fuera del alcance visual del conductor y de los espejos retrovisores, está disponible en el 23% de las marcas. Puede reducir los accidentes con víctimas el 3%.
El precio medio de estos sistemas oscila entre los 1.000 euros del BSM a los 2.300 euros del AEB. Y no son ya patrimonio exclusivo de vehículos de alta gama. Marcas como Toyota, Renault, Citroën, Volvo, Honda, Ford, Seat, Opel, Audi, Skoda, Mazda, KIA, Huyndai, Nissan, Mercedes Benz, Volkswaggen, BMW, Alfa Romeo o Mitsubishi ofrecen estos sistemas de serie u opcional.

Ignorancia del conductor

Pero la mitad de los conductores ignora incluso si su coche cuenta con alguno de estos sistemas. La seguridad ocupa el tercer lugar entre los criterios de elección del coche, donde manda el precio y luego el consumo de carburante. La información facilitada en los concesionarios no se centra en la seguridad en el 60% de las ventas.
Y eso que el 54% (el 74% si el coche tiene más de diez años) de los conductores considera que su vehículo es mejorable en seguridad. El 62% considera que los sistemas avanzados para la prevención de accidentes de tráfico son muy útiles. Y el 90% cree que deberían ser obligatorios.
El 25% de los conductores afirma estar dispuesto a pagar más de 1.000 euros por incorporar en su coche esta tecnología de seguridad. Pero el 20% piensa que estos sistemas sólo sirven para encarecer el precio del vehículo.
Francisco Valencia recuerda que los sistemas de seguridad son una de las variables que se utilizan en la tarificación del seguro del coche. Alerta del repunte de muertos por accidentes de tráfico, que atribuye al incremento de la velocidad: “No nos podemos permitir esas cifras”. Y deja muy claro que la tecnología ayuda, pero que “lo más importante es la conciencia que tenga el conductor”.