Mediante el seguro de Crédito, la compañía aseguradora asume el riesgo de que la empresa cliente genere un impago derivado de sus obligaciones comerciales. Protege a una empresa de los impagos de otras hasta un límite, que es el crédito otorgado por la compañía de seguros. Por tanto, el apoyo que esta modalidad de seguro presta a la empresa es muy superior del que señalan los pagos realizados por siniestros.

“Hay un elemento muy difícil de cuantificar, pero de gran importancia, que es la estabilidad aportada a los proyectos económicos gracias a la garantía de respuesta en caso de problemas de impagos”, señalan en Unespa, que destina un amplio capítulo de la Memoria Social del Seguro Español a analizar el papel del seguro de Crédito en la crisis económica española. “El seguro es proveedor de certitud y. consecuentemente, reductor del riesgo inherente a toda operación de inversión o de actividad económica”, añaden en la asociación empresarial del seguro.
Los pagos por siniestros realizados por el seguro de Crédito ascendieron a 1.400 millones de euros en el momento álgido de la crisis (2009), y se sitúan por debajo de los 600 millones en la actualidad. En 2008, con el estallido de la crisis, los pagos por siniestralidad se multiplicaron por dos. “Es difícil que un sector económico registre un shock de costes del doble de lo habitualmente registrados y lo supere sin haber perdido ninguno de los operadores del mercado ni haber comprometido su operativa”, destaca la Memoria Social del Seguro.
Las estadísticas muestran que España es el sexto país de Europa por ratio de primas del seguro de Crédito sobre PIB. Con un 0,1%, tiene un nivel similar al de Malta o Polonia. Países Bajos, Eslovenia e Irlanda se mueven en el 0,15%. Y el Reino Unido aparece a una considerable distancia, con casi el 0,35%.
El crédito concedido por el seguro durante los años de crisis, que oscila entre los 120.000 millones de 2009 y los cerca de 100.00 millones de 2013, equivalen al 10% del PIB. Esto significa que “al menos uno de cada diez euros intercambiados en la operativa económica durante los años de la crisis ha estado garantizado por la capacidad del seguro español de responder ante casos de incumplimiento total o parcial de las obligaciones”, subraya el análisis de Unespa.
Pero el peso del seguro de Crédito es mayor si se compara su protección con las cuentas pendientes de cobro de las empresas, en su mayoría créditos comerciales, compromisos de pago entre proveedores y clientes. El 10% del PIB pasa a ser el 22,5% de estas deudas pendientes de cobro que tienen las empresas en el año álgido de la crisis, 2009, y en 2011.

Protección a la exportación

Pero donde el seguro de Crédito resulta importantísimo es para la exportación. La empresa exportadora asume más riesgos, tienen relaciones con clientes que no conocen bien, y operan en países cuyas circunstancias macroeconómicas o políticas condicionan el éxito de la operación de venta exterior.
Entre 2009 y 2013, el seguro de Crédito español ha protegido operaciones de exportación por valor de 173.00 millones de euros, fundamentalmente en la Unión Europea, que acapara unos 125.000 millones. Pero también 1.000 millones de ventas protegidas en África, 2.000 millones en América (centro y sur).
La relación entre el crédito otorgado por el seguro a los exportadores y el valor de las ventas exteriores totales ascendió al 13,3 en 2009, el peor año de la crisis, y supera el 10% en 2012.