Está el mercado americano como una moto. Ha puesto rumbo al norte y no va a ser fácil pararlo. De hecho, ni el aumentod e las incertidumbres respecto a Oriente Medio parece hacer mella en los índices y día a día son más los valores que los que bajan, lo que da mayor calidad a las subidas.

Lo cierto es que la sesión no comenzó bien. El dato de peticiones iniciales de subsidio de desempleo fue malo, aunque no demasiado malo, y la inflación tampoco despejó dudas con sus cuatro décimas de enero, reactivando algún fantasma del pasado respecto a la deflación si la Fed retirara los estímulos a corto plazo. Para colmo, la locomotora alemana lleva dos días gripada por culpa del sector automovilístico, que ha emprendido un viaje a no se sabe muy bien dónde tras los malos resultados de Daimler, así que sin mayores estímulos, los índices abrieron a la baja.

Pero la situación cambió tras conocerse el dato de la Philly Fed. El mercado andaba en ese momento preocupado por las posibles sanciones a los bancos por conductas inadecuadas en el embargo de viviendas por impagos hipotecarios (eso en mi pueblo se llama de otra forma, pero hay que ser finos), pero si la actividad manufacturera de la zona de Filadelfia va bien, Estados Unidos va bien. Y resulta que no es que vaya bien, es que registró su mejor dato desde 2004, así que va muy bien.

Los índices se giraron y comenzaron la recuperación. Y ya saben ustedes que cuando estos tipos se lo proponen, suelen conseguirlo. así que lo lograron un día más. Al cierre, el Dow Jones subió un 0,24%, el Nasdaq un 0,21% y el S&P 500 un 0,31%. Ya saben que a mó me gusta que el S&P sea el que más suba porque indica que se apuntaron 0más valores a la subida y, efectivamente, los que subieron ganaron 3 a 2 a los que bajaron.