El gasto en pensiones de jubilación sigue frenándose. En agosto, la paga de los jubilados acaparó algo más de 5.581 millones de euros. Es la primera vez que la nómina crece por debajo del 4%. Un frenazo que llega después de que el PP suprimiera en 2014 el anterior sistema de revalorización. La subida del gasto del 3,9% en agosto contrasta con el 9,3% de crecimiento que cerró 2008, el primer año de la crisis.

La nómina de las pensiones de jubilación creció un 3,9% el pasado mes de agosto, hasta los 5.581 millones de euros. Hace un año el gasto en estas prestaciones crecía a un ritmo del 6% también en agosto. Sin embargo, en 2014, el Ejecutivo no aplicó el sistema de actualización anterior, que ligaba el incremento de la pensión al índice de precios de consumo, y limitó la subida anual al 0,25%.

La desaceleración del gasto es mayor si se contemplan el conjunto de pensiones, que comprende incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de un familiar, junto a las de jubilación, en la cuales el Estado gastó una cifra cercana a los 8.043 millones de euros, un 3,1% más que hace un año. En agosto del año pasado, este gasto total en pensiones crecía a un ritmo del 5%.

El gasto en pensiones de jubilación llegó a crecer un 9,3% en 2008, el primer año de la crisis. Más tarde, en 2009, el ritmo se relajó por debajo del 7%, para caer hasta el 5,7% un año después. En 2011, llegó la congelación decretada por Zapatero, una media que mantuvo el gasto con un crecimiento del 5,4%. Finalmente, el gasto repuntó en 2012 hasta el 5,5%, para finalizar en el pasado 2013 con una subida del 5,7%.

En esta evolución, el mayor frenazo se produjo en enero de este año. En 2014, el Gobierno de Rajoy decidió limitar al 0,25% la subida anual de las pensiones, prescindiendo de la anterior referencia del IPC. Esta semicongelación decretada por Rajoy aminoró el gasto de las prestaciones de retiro hasta el 4,4%, desde el 5,7% anterior, en un solo mes. Sin embargo, ha habido que esperar hasta el mes de agosto para ver cómo el gasto moderaba su crecimiento por debajo del 4%, concretamente el 3,9%, la tasa interanual del pasado mes de agosto.

A partir de 2015, un nuevo sistema de actualización marcará la evolución de las pensiones, fijando un suelo para las subidas del 0,25% y un techo del 0,5% más el IPC. Además, en 2019, entrará en vigor la otra pata de la última reforma de las pensiones, el llamado factor de sostenibilidad, un mecanismo que rebajará la pensión inicial en función de la esperanza de vida media en el país.

Cien mil nuevos pensionistas al año

A pesar de su menor ritmo, el gasto en pensiones sigue creciendo por dos factores. Por un lado debido a las pensiones más altas que perciben los nuevos jubilados. Y por otro en razón del incremento en el número de jubilados. Solo este año, entre enero y agosto, se contabilizan cerca de 50.000 nuevos jubilados. Mientras que en el último lustro, medio millón de pensionistas se han añadido al sistema, a razón de unos 100.000 nuevos jubilados anuales. Así, si en 2004 había poco más de 3 millones de jubilados, hoy estos rondan los 5,6 millones.

Aún así, la pensión media de retiro sigue aumentando y roza ya los 1.002 euros: exactamente, 1.001,93 euros, según lo datos de agosto; es decir, casi 21,5 euros mas que hace un año.

En cuanto a su procedencia, y continuando con las pensiones de jubilación, la mayoría de sus 5,57 millones de perceptores proceden del régimen general de la Seguridad Social, exactamente 3,82 millones; otros 1,24 millones son autónomos; y algo más de 200.000 pertenecen a otros regímenes especiales, como trabajadores del mar, la minería y otros.