Con el telón de fondo de los enfrentamientos armados entre Rusia y Ucrania, el interés de las autoridades de la UE se centra no sólo en mediar este conflicto, que amenaza con enquistarse, sino también en asegurarse que por causa de uno u otro país el suministro de gas a los países comunitarios se se vea afectada de cara a los próximos meses. Y es que al creciente consumo de la industria y el transporte se unirá el doméstico cuando concluye el verano.
¿Son temores infundados, se preguntan los analistas, si se tiene en cuenta que la balanza comercial y la entrada de dinero a la economía rusa depende en gran medida de la exportación de gas? La respuesta, por un lado, es afirmativa, pero la incertidumbre permanece, dado que el país que dirige Vladimir Putin ha diversificado sus mercados. E, incluso, Alemania no depende de la vía de transporte que atraviesa Ucrania tras la construcción del gasoducto del Báltico.
La Comisión Europea ha confiado en que Ucrania y Rusia puedan llegar a un «acuerdo interino» en septiembre para zanjar la disputa sobre gas que mantienen por el precio del suministro exigido a Ucrania y que amenaza con crear un problema de abastecimiento energético para Europa de cara al invierno.
En este contexto, Bruselas confía en que ambas naciones lleguen con a una solución, aunque sea provisional después de la cumbre de Minsk de este martes, en donde el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, acordaron mantener una reunión trilateral sobre gas con la UE, ha explicado en rueda de prensa la portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Marlene Holzner.
El comisario de Energía de la UE, Günther Oettinger, confirmó que las partes implicadas acordaron «continuar los contactos trilaterales formales» y avanzó que viajaría este viernes a Moscú para «preparar» la próxima ronda con el ministro de Energía ruso, Alexander Novak. «El objetivo es evitar cualquier problema en la seguridad de suministro y que el gas llegue a Veintiocho miembros de la UE, más los Balcanes occidentales, y tambiém a Ucrania y Moldavia», defendido el comisario alemán.
Pese a que en estos días se han relajado las tensiones, el primer ministro de Ucrania, Arseny Yatseniuk, ha señalado que Rusia planea cortar el suministro de gas a Europa. «La situación en el sector de energía es difícil. Sabemos de los planes de Rusia para bloquear el tránsito incluso a los países de la Unión Europea este invierno», dijo en una reunión de Gobierno, según Reuters. Los suministros de gas ruso a través de Ucrania hacia Europa fueron interrumpidos en los inviernos del 2006 y 2009, por desacuerdos sobre el precio entre la empresa rusa Gazprom Moscú y el Gobierno de Kiev.
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