Jesús del Pozo abre la 53 edición de la que llaman oficialmente Cibeles Madrid Fashion Week. Se esperan pocas sorpresas porque todos son predecibles excepto, los talentos de Elisa Palomino, Maya Hansen o Nicolás Vaudelet, que siempre se superan. Tampoco este año hay problemática con el indice de masa muscular de las modelos, parece que este asunto ya está superado, siguen pesándolas pero ya no es el fundamentalismo de antaño. También habrá mayor reconocimiento hacia los blogger, ese megamundo de las redes sociales y cacharería tecnológica que permite que estudiantes de primero de periodismo, aficionados a comprar ropa o criaturas de 16 o 17 años, sean tratados como especialistas de moda. Me llama la atención esos personajes, que acabo de describir, que se cuelan como uno más en el mundo blogger y no se discrimina la paja del contenido. Igual, alguien se tenía que tomar la molestia en repasar los blog de los presentes y calibrar la información que aportan, eso permitiría que estuvieran los que son y no alguno de los que están.

Sobre esa absurda iniciativa que llaman coolpeople en Cibeles, a la que no pienso dedicarle ni una línea, me gustaría saber qué cuesta del total de 3 millones de euros que tiene presupuestada esta manifestación textil.