El Gobierno aprobó este viernes la Estrategia de Activación para el Empleo. Este plan, que fue recibido por los sindicatos como un conjunto de medidas “ya programadas”, refuerza la coordinación entre las comunidades autónomas y el Gobierno central, en su papel de atención a los desempleados.

La Estrategia de Activación para el Empleo se aplicará entre el año 2014 y 2016. El plan se centra en los parados de larga duración, los beneficiarios del plan Prepara (los ‘400 euros’) y los mayores de 45 años, según explicó la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, tras la aprobación del plan en el Consejo de Ministros.

La idea es ligar el cobro de ayudas y subsidios a la recualificación profesional de los desempleados. El problema en España es el reparto competencial. En nuestro país, el pago de subsidios y prestaciones pende del Gobierno central; mientras los cursos de formación y la atención a desempleados son competencia, en líneas generales, de las comunidades autónomas.

Con estas medidas, se pretende reforzar la coordinación entre las distintas administraciones. Así, las comunidades autónomas recibirán más o menos fondos dependiendo del cumplimiento de una serie de objetivos en materia de inserción laboral y atención a los desempleados. Un sistema de de reparto que ya se ha iniciado, pero en el cual ahora se profundizará.

En cambio, los sindicatos consideran que estas medida “ya estaban programadas”, tanto en el caso de la Estrategia de Activación, como en el Plan Anual de Empleo, tal y como afirmó el secretario de acción sindical de UGT, Toni Ferrer. El sindicalista criticó además la iniciativa por considerarla “insuficiente” a fin de atender el alto volumen de desempleados, 5,6 millones, medidos por la Encuesta de Población Activa (EPA).

El sindicato urgió además al Ejecutivo a implantar la ayuda a los parados de larga duración y mayores de 45 años, pactada con Rajoy en la última reunión de los líderes sindicales y el presidente del Gobierno, y cuya puesta en marcha se espera para octubre.

Un modelo ineficaz

La Estrategia contará con tres reglamentos –uno de servicios, otro de programas de empleo y otro de formación profesional para el empleo–, un programa de buenas prácticas entre los distintos servicios públicos de empleo, y una redistribución de fondos en función del cumplimiento de cada comunidad. También reforzará los mecanismos de fiscalización del uso de los fondos.

Para dar una idea de la complejidad del asunto, el Gobierno se plantea como objetivo a largo plazo que los parados reciban atención personalizada, algo habitual en otros países como Alemania, Holanda y Australia, fuera del ámbito europeo. El conjunto de objetivos a largo plazo se completa con otros 28 puntos.

Báñez justificó los cambios en la necesidad de transformar un modelo que no funcionaba, cuya ineficacia la ministra apoyó con varios datos que ilustran la desconexión de los cursos de formación con las necesidades de los desempleados.

La ministra recordó que hay en España un millón de desempleados con un nivel de formación de Primaria. De ellos, 145.000 son jóvenes menores de 25 años, apuntó.

La reforma del sistema de orientación profesional se liga también con los cambios en el sistema de formación para el empleo. Otros objetivos son también lograr una evaluación continua de la eficacia de los cursos; abrir al 100% el reparto de fondos de formación en 2015 a la libre competencia; e intensificar los controles para evitar el fraude en la impartición de estos cursos, para lo cual se creará una unidad inspectora, según recalcó.

El plan persigue además implantar un cheque formación para los desempleados, y que sean ellos mismos los que decidan cómo gastar los fondos para cursos.