Jazztel, la cuarta operadora de telecomunicaciones en España, vuelve a despertar el interés de la multinacional Orange en un contexto internacional marcado por las operaciones corporativas para crecer en cuota y en tecnologías. Tras la compra de Ono por la británica Vodafone, la compañía francesa mostró inquietud por el crecimiento de su rival en un mercado en el que además Telefónica se mantiene como líder indiscutible.

La empresa que dirige y controla Leopoldo Fernández Pujals se decantó como su principal objetivo para crecer en España, además del recorrdio que le proporcione su estrategia comercial. También en el punto de mira ha estado Yoigo, del consorcio nórdico TeliaSonera, que ahora, por otro lado, se está replanteando su futuro en la Península Ibérica. Y, en caso que se abra un proceso de venta, los franceses tienen intención de participar.

En este contexto, Jazztel ha vuelto a acercarse a la zona de máximos en Bolsa, y cotiza  más de 10,4 euros por acción, lo que equivale a una revalorización de más del 35% respecto al mínimo del 7,7 euros por título, un proceso contrario al que experimentó la compañía después de que Orange señalara que Jazztel era «muy cara».

Si bien el reciente ascenso de la operadora en Bolsa la devuelve a los precios que era considerados muy elevados (2.650 millones de euros de capitalización bursátil), Orange parece decidido a optar por una de las dos compañías (Jazztel o Yoigo) para crecer, dado que carece aún de infraestructuras que le permitan dar un salto en el reparto de la tarta de las telecos en el mercado español. Las prioridades de Orange son la televisión online, la fibra óptica y la tecnología 4G.