El consejo de administración de El Corte Inglés ha nombrado a Dimas Gimeno nuevo presidente del grupo, tras el fallecimiento de Isidoro Álvarez el pasado domingo. El órgano rector había sido convocado con carácter de urgencia este lunes con el fin de que el puesto fuera ocupado cuanto antes, o como desde la propia empresa explicaban «en los próximos días».

Dimas Gimeno era el relevo natural de Isidoro Álvarez. Sobrino del fallecido presidente, había sido nombrado en 2013 consejero director general del grupo. En el escueto comunicado enviado por El Corte Inglés para informar de su nombramiento no se explica si el cargo que deja vacante Gimeno quedará sin cubrir, o será el nuevo presidente el que lo nombre al confeccionar su equipo de confianza.

Tampoco se sabe si ratificará a Manuel Pizarro, nombrado hace dos meses adjunto a la presidencia por el propio Isidoro Álvarez, con la tarea fundamental de reforzar el área financiera. La estrategia del fallecido presidente era que Gimeno y Pizarro fueran los hombres fuertes del grupo.

Dimas Gimeno, de 39 años de edad, ha seguido una trayectoria muy parecida a la de su tío. Se incorporó a la compañía justo cuando comenzó sus estudios universitarios de Derecho hace 20 años, empezando desde abajo, como vendedor, para ir pasando luego a otros departamentos y a mayores responsabilidades. El propio Álvarez le cedió su lugar en el discurso ejecutivo de la última junta de accionistas, celebrada el pasado 31 de agosto. Por todos fue interpretado como un signo inequívoco de que iba a ser el sucesor y que se estaba preparando el relevo.

El control del grupo se encuentra en la Fundación Ramón Areces, de la que Álvarez era su presidente vitalicio, desde que en 1989 tomó las riendas del grupo. Es de suponer que a partir de ahora sea también Dimas Gimeno quien ocupe su presidencia, una decisión que deberá tomar el patronato de la misma.

La Fundación está dirigida por un patronato, similar al de un consejo de administración de una empresa, de la que forman parte, además del presidente, el consejero director general (puesto ahora vacante), el adjunto a la presidencia (Manuel Pizarro) y directivos que llevan toda la vida trabajando en la compañía como Carlos Martínez Echavarría, Leopoldo del Nogal (responsable de Compras), Florencio Lasaga. A ello se suman los representantes de las sociedades accionistas Cartera Mancor (Paloma García Peña) y Corporación Ceslar (Carlota Areces Galán). Antonio Hernández-Gil es el secretario del consejo. La intención del grupo es que el relevo se produzca lo más rápido posible (“en los próximos días”, han llegado a explicar).

El nuevo presidente de El Corte Inglés es licenciado en Derecho, además de contar con un máster MBA. Conoce todas las áreas del grupo, por las que ha pasado aprendiendo el oficio (marketing, compras, gestión de clientes o Internet) hasta que en 2001 fue asignado para el desembarco de El Corte Inglés en Portugal.

Sin duda, Gimeno ha aprendido de su tío la necesidad de dar el salto al exterior y ya tiene experiencia de cómo se debe hacer. En el último año había acompañaba a su tío a reuniones, e iba aprendiendo los secretos del negocio de la mano de uno de los mejores gestores de la historia del sector de la distribución. Dicen de él que es tan “prudente y discreto” como su tío.

Entre los retos del nuevo presidente se encuentra la expansión del grupo por Latinoamérica y Europa. Tal vez podría recuperar el antiguo proyecto de desembarcar en Italia, abandonado por culpa de la crisis. La única experiencia más allá de Europa se centra en las tiendas de Sfera ubicadas en México y Perú y en Arabia Saudí. Álvarez dejó abierto el camino cuando el pasado 31 de agosto explicó que el siguiente paso era la “internacionalización en un tiempo razonable”.

Pero la expansión no será el único reto con el que se tenga que enfrentar el nuevo presidente. También deberá recuperar el terreno perdido por culpa de la crisis y la caída del consumo. Álvarez ya ha dejado cerrada la reestructuración de la deuda del grupo a través de un préstamo sindicado por valor de 4.909 millones de euros y la participación de bancos acreedores (Santander, BBVA y Caixabank). Pizarro además deberá llevar a buen puerto el camino emprendido antes de su llegada de encontrar financiación en los mercados a través de emisiones de bonos (en la única que ha realizado captó 600 millones sin ningún problema).

Dimas Gimeno, pese a llevar 20 años ligado al grupo, logró mantenerse en segundo plano hasta que en 2013 fue nombrado consejero director general, aunque cuatro años entró como miembro del patronato de la Fundación Ramón Areces y un año más tarde miembro del consejo de administración. Representa la juventud y la continuidad de la política de Isidoro Álvarez.