El agravamiento de la situación en Libia ha provocado un drástico giro en los mercados de valores a primera hora de la mañana, que han pasado de obtener moderadas ganancias a entrar en pérdidas que van siendo más abultadas a medida que pasan los minutos.

La causa fundamental de este vuelco es el anuncio de BP y la noruega Statoil de que suspenden sus actividades de prospección en Libia ante la inseguridad reinante en el país y la petrolera británica confirmó poco después que está preparando un operativo para evacuar a su personal del país. Simultáneamente, Francia aconsejó a sus ciudadanos que abandonen Libia lo antes posible.

También la filial petrolera de Basf, Wintershall, anunció la evacuación de su personal en Libia y la suspensión de sus actividades en el país. Shell y OMV no aclararon si suspenden sus actividades, pero sí admitieron que evacuarán a su personal expatriado. Repsol, de momento, no se ha visto afectada por la inestabilidad, al igual que la italiana ENI, si bien la italiana ha anunciado que repatriará a los familiares de sus empleados y a personal no esencial.

Paralelamente, el precio del petróleo ha experimentado una escalada que a media mañana se sitúa en el 1,8% en el mercado de Londres y coloca el precio del Brent para entrega en marzo en 104,60 dólares por barril, el mayor precio de los últimos dos años y medio.