La ciudad castellano-manchega se convertirá así en la primera de la región en contar con uno de estos puntos de suministro para vehículos eléctricos.

FCC enmarca su entrada en el negocio de las ‘electrolineras’ en su compromiso con el fomento de la movilidad eléctrica, las energías renovables y el desarrollo sostenible.

La compañía controlada por Esther Koplowitz mostró su disposición a instalar estos puntos de recarga en los lugares en que se demanden. Por el momento, este primero se ubicará en un concesionario de automóviles del polígono industrial de Campollano.

El grupo de construcción, servicios y energía considera que se trata de un lugar estratégico donde acudirán los vehículos a recargar y a pasar revisiones, y donde podrán recoger pruebas y datos de uso, patrones de movilidad y efectividad de las recargas.

Según FCC, todo ello servirá para extraer una experiencia real de la implantación del vehículo eléctrico en situaciones cotidianas.

Esta primera ‘electrolinera’ permitirá realizar recargas lentas y rápidas. Estas últimas llevarán alrededor de una hora, mientras que las lentas supondrán un tiempo estimado de entre seis y ocho horas.

Con la puesta en marcha de este primer punto de recarga FCC refuerza su posición en el desarrollo del vehículo eléctrico. La compañía prevé incorporar vehículos de este tipo a su flota, para lo que ultima un pedido de hasta veinte unidades a Citröen, y ya ha comenzado a adaptar sus edificios con la puesta en marcha de las primeras plazas de aparcamiento con enchufes.

Todo ello forma parte de la apuesta de FCC por su nuevo negocio de energías renovables, uno de los tres del ‘core business’ de la compañía que preside Baldomero Falcones, junto con las infraestructuras y los servicios, y al que confía gran parte de su crecimiento para los próximos años.