El diplomático Husein Sadeq al Misurati ha anunciado su dimisión y ha dicho que se sumará a la revuelta en una entrevista en directo en el canal de televisión panárabe Al Yazira. La cadena Al Arabiya también ha informado de noticias aún sin confirmar de la partida de Gadafi hacia un país extranjero, a las que también se ha referido a media mañana el ministro de exteriores británico, William Hague, quien aseguró tener informaciones en ese sentido. Tanto Venezuela como Libia han negado categóricamente esta información.

Además, Al Misurati ha asegurado que el hijo de Gadafi, Saif al Islam, no se dirigirá a la nación por la televisión estatal, tal como está anunciado, porque se encuentra enzarzado en una lucha con su hermano, Mutasim Gadafi, e incluso ha asegurado que Mutasim ha disparado contra su hermano.

El diplomático ha asegurado que «el pueblo libio recordará qué estados han estado con él en este momento», en referencia a las presiones internacionales contra Gadafi.

Mientras tanto, las escasas informaciones que trascienden desde el interior del país hablan de bombardeos masivos de aviación contra los manifestantes y de cientos de muertos. La población acapara bienes de primera necesidad y se estarían produciendo saqueos, si bien algunas informaciones señalan que son las propias fuerzas de seguridad y el ejército las que estarían desvalijando los bancos y todo lo que encuentran a su paso.

Las primeras estimaciones de las organizaciones humanitarias hablan de centenares de muertos y testigos presenciales señalan que los cadáveres se amontonan en las calles de la capital tras los bombardeos contra la población civil.