El president asegura que “No cambiaré mis principios por un puñado de votos”

25/10/2010

Josep M. Orta. El PSC escuchó de su primer secretario general que en ningún caso volverán a pactar con ERC e IC para hacer un nuevo tripartito, mientras desde CiU aseguraban que si los números lo hacen posible, Montilla volverá a repetir esta fórmula de gobierno

José Montilla fue contundente : “El tripartito ha hecho un gran servicio, pero su tiempo ha pasado”. Prometió que  “no reeditaremos el tripartito aunque los diputados sumen” y por si no quedaba claro añadió contundentemente “no cambiaré mis principios por un puñado de votos en el Parlamento a cambio de ser investido presidente de la Generalitat”. Era un acto electoral ante los cuadros de su partido que realizaron el domingo bajo el lema “Punt i apart” (Punto y aparte).

Montilla y su equipo es consciente que su gestión durante estos cuatro años podría estar bien valorada si no hubiera tenido tan malos compañeros de viaje que han distorsionado su obra de gobierno. ERC ha forzado con sus tesis independentistas y su radicalismo ha crear una imagen de que el Govern era una jaula de grillos. IC –sobretodo la gestión en “su” consejería de Interior- ha sabido ganarse la antipatía de los Mossos d´Esquadra, de los bomberos y de buena parte de la sociedad. El PSC ha transmitido en demasiadas ocasiones la sensación de que era prisionero de sus socios.

Es evidente que las posibilidades de que el PSC logre unos resultados que le permitan seguir en la presidencia parecen muy pequeñas. Sin embargo ayer Montilla silenció la posibilidad de una futura sociovergencia, que es la opción –según todos los sondeos- preferida mayoritariamente por los catalanes para el futuro gobierno. Es evidente que esta tesis no es el momento de afrontarla ahora, si no de movilizar al electorado propio (en unas elecciones, la primera tarea de cualquier partido es lograr que te voten los tuyos).

Las palabras de Montilla provocaron inmediatas reacciones. En CiU, tanto Artur Mas como Josep Antoni Duran Lleida llamaban a sus seguidores a desconfiar de las palabras de Montilla, asegurando que “si los votos del tripartito suman, lo reeditarán”.

Mas  recordó que había ganado dos elecciones y perdido por dos veces el gobierno por los pactos de la izquierda y “como estos escarmentado soy quien mejor puedo interpretar las intenciones ocultas: si pueden, los tres partidos del tripartito volverán a pactar, una cosa es lo que ahora dicen y otra lo que harán después de las elecciones” Por ello  recordó que ahora que todas las señales que reciben hablan de que CiU tendrá una victoria holgada, por lo que “nuestro principal rival no es el tripartito, sino el exceso de confianza que se pueda instalar en una parte de la sociedad “.

ERC, por su parte, juega con dos opciones de posibles pactos: reeditar el tripartito o tratar de seguir en el poder con CiU. Aspiran a que los convergentes tengan necesidad de sus votos y por ello radicalizan su mensaje y ponen sobre la mesa para cualquier posible pacto la celebración de un referéndum sobre la independencia la próxima legislatura. “CiU y PSJ ya se han olvidado de la muchedumbre que hubo el 10J” aseguró Joan Puigcercós, el candidato de esta formación en la marcha de repulsa por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.  Esta carta que juegan los republicanos casi es obligada: le han salido dos formaciones independentistas que tientan al electorado de ERC con su radicalismo y que quizás no tengan parlamentarios (o sí) pero seguro que les restan votos.

Finalmente el tercer socio del tripartito, Iniciativa, lamentó la actitud de Montilla. En palabras de su candidato Joan Herrera, la actitud de Montilla es sinónimo de “una rendición, ya que el próximo gobierno catalán será  plural y de izquierdas o gobernará la derecha”.

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