Treinta años del 23-F

23/02/2011

Luis Díez.

No era el día de lanzarse los trastos a la cabeza. Así lo entendió en la sesión de control el presidente del Gobierno ante el acoso del líder de la oposición. “Usted dijo que saldríamos de la crisis antes que nadie y el crecimiento económico de la UE el último año ha sido del 1,7% frente al 0,1% de España y a los 238.000 parados más el último año”, le reprochó Mariano Rajoy. El presidente apeló a algunos indicadores menos malos y el dirigente del PP le lanzó nuevos datos como dardos, especialmente la caída del consumo y la pérdida de confianza de los inversores. “No hay confianza en usted, va dando tumbos, hace reformas de las reformas y lleva ya seis decretos sobre las cajas de ahorros. Usted es un lastre para la economía española”.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero le replicó que “su programa es bien sencillo: toda la culta la tiene Zapatero” y se salió por la tangente apelando a la efemérides: el trigésimo aniversario del golpe de Estado del 23-F. “Hoy no es un día en el que quiera discutir con usted”, le dijo a Rajoy. “Hoy es 23-F y merece que lo recordemos y homenajeemos juntos a los que lucharon por la dignidad, la unidad y la lucha por la democracia”.

De modo que así quedaron las cosas entre Zapatero y Rajoy, a la espera que llegaran los Reyes y los dirigentes y portavoces de hace treinta años para almorzar con ellos y brindar por un camino recorrido que ha sido el de la paz, la libertad y la prosperidad de España. Me decía Javier Moscoso, que fue ministro de Administraciones Públicas, que si pusiésemos en una balanza la labor de nuestros políticos y en la otra a determinados líderes de los distintos sectores sociales, incluidos banqueros, obispos, jueces y otros gremios, no habría duda alguna sobre quién pesaría más en el impulso y la modernización de este país.

Como las comparaciones son odiosas y no hay un método científico que nos permita establecer los resultados con rigor, vale decir que cada cual ha aportado y seguirá aportando lo mejor en función de sus posibilidades y responsabilidades al bien común, pues sabido es que sólo así se logra aportar más al bien de cada cual. La dialéctica parlamentaria y la exigencia de cuentas al Gobierno es por eso enriquecedor. En la sesión de este 23-F no faltaron las exigencias de aclaración del PP al Gobierno por las trampas en los Eres de Mercasevilla y la respuesta de que ha sido el propio Ayuntamiento de Sevilla el que puso todos los datos en manos de la Justicia. En democracia las corruptelas siempre afloran. En aquel régimen que Tejero, Armada y Milans quisieron imponer por las armas hace 30 años, sin duda no.

¿Te ha parecido interesante?

(+1 puntos, 1 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.