Más que curioso el perfil de la sesión de hoy y, sobre todo, la causa. Movimiento de los buenos de ida y vuelta en una jornada, de esos que dicen los expertos que son anticipo de un rebote, aunque vaya usted a saber. Esta figura tiene la costumbre de cumplirse, pero no con milimétrica exactitud, así que tal y como está el patio, las posibilidades disminuyen exponencialmente.

¿Y por qué se dio la vuelta? Pues el caso es que tras cerrar los índices europeos, Estados Unidos fue a peor, con el petróleo cada vez más y más caro. Pero, de repente, sin previo aviso y al primer intento, el petróleo dejó de subir y la Bolsa de bajar. ¿Misterio? No, nada de eso. Entre los operadores del emrcado petrolero se había extendido como la pólvora el rumor de que Gadafi había sido abatido a tiros. Con sólo eso bastó.

Evidentemente, no está la situación para hacer caso a rumores, pero hasta en los teletipos salió, eso sí como rumor procedente del mercado petrolero. A la hora de escribir este comentario, la supuesta noticia había perdido toda su verosimilitud. No se le daba crédito ni en Twitter, pero había tenido su efecto y había demostrado algo que yo tenía muy claro pero muchos otros no tanto: la confirmación de la muerte de Gadafi hará a las Bolsas retomar la senda alcista. Si un simple rumor fue capaz de darles la vuelta y dejarlas casi en equilibrio, incluso en positivo en el caso del Nasdaq, la noticia tendría un efecto mucho más importante.

Total, que al final Gadafi sigue vivo (yo, particularmente, preferiría que le cojan vivo) y los mercados dibujaron una figura de vuelta. Pero nada es como parece en el mercado y ahora mucho menos. El Nasdaq se permitió el lujo de cerrar claramente en positivo, un 0,55%, pero también hay que tener en cuenta que era el índice que había sido más castigado en las dos jornadas anteriores. El S&P 500 limitó las pérdidas al 0,10% y el Dow llegó al 0,21%. Y otra noticia positiva: subieron más valores que los que bajaron, algo que no sucedía desde hace días.